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3 trucos infalibles para que las patatas fritas te queden crujientes

Algunos más fáciles, otros no tanto, pero seguramente después de leer esto tus patatas fritas serán inigualables.

3 trucos infalibles para que las patatas fritas te queden crujientes.Ppas crujientes.
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Las patatas fritas son ese complemento tan apreciado para cualquier tipo de carne. También las disfrutamos con las clásicas hamburguesas como un gran símbolo de la comida chatarra. Lo cierto es que cuando las hacemos en casa muchas veces no nos quedan como a los profesionales de la cocina.

Trucos para que tús papas queden así. 

Es por eso que aquí te contaremos algunos consejos sobre todo para lograr que las patatas queden crujientes y puedas comerlas incluso en una tarde con algo de kétchup a modo de merienda, inclusive son una opción sumamente exitosa para los más pequeños.

Lo cierto es que estas tres técnicas que te contaremos a continuación llevan una dedicación necesaria para lograr lo que buscas, una porción dorada de aspecto y lo más crujiente que se pueda al morder. Eso sí, que el interior esté suave, combinándose de manera única con los granos de sal y la salsa de tomate.

A continuación, te dejaremos todas las técnicas que ponen en práctica los que verdaderamente saben de esto para obtener un resultado placentero al momento de morder una patata, de esos que cuando pruebas una, luego no puedes dejar de comer. Todo un desafío.

Remojo

Una de las cosas que puedes realizar es cortar y colocar en remojo las patatas con agua fría, al menos 5 minutos y máximo 10, para que suelten el almidón que impedirá que la papa quede crocante por fuera y termine ablandándose. Desde luego, al sacarlas del remojo debes secarlas bien para evitar un accidente.

Poner en remojo las patatas. Fuente: unsplash. 

Cómo cocinarlas

Esta es una de las técnicas que utilizan muchos restaurantes de talla mundial. Aceite a 140°C y echas una porción de patatas para que se cocinen durante 7 minutos. Retiras, colocas sobre papel absorbente y dejas que reposen 30 minutos para volver a freír, esta vez con una temperatura de 180°C durante unos 3 minutos.

Lo más trabajoso pero lo más efectivo

Esta opción puede demorarte un poco más, pero lo interesante de que la sigas es que es infalible. Para ello primero debes cortar las patatas y cocinarlas en agua con sal y vinagre. La cantidad estimada es una cucharada de vinagre por cada litro de agua y una cocción de 10 minutos máximo luego de que el agua rompa el hervor, que es el momento en el que colocarás en el agua las patatas. Luego de esto, escurrirás y freirás por 3 minutos y a 130°C las patatas. Después colócalas en papel absorbente y cuando estén frías congélalas. Al momento de usarlas las fríes de nuevo en aceite a 180°C por 7 minutos.