La patata es uno de los alimentos más versátiles en las cocinas de todas las regiones del mundo. Las variedades de este tubérculo son muchas, existen de todos los tamaños, con variadas tonalidades y características de pulpa. También presentan diferencias en cuanto al porcentaje de almidón y agua que contienen, y también en el tiempo de su cosecha.
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La patata Kennebec es poseedora de un sabor intenso, de hecho a algunas personas les recuerda a la nuez. Este tubérculo es muy almidonado y bastante áspero, por eso se presenta con menor cantidad de agua y mucha consistencia. La ventaja que tiene esta variedad es que se puede almacenar y conservar muy bien, además de ser perfecta para hacer tortillas deliciosas.
Otra de las variedades ideales de patatas para hacer tortillas es la Monalisa de Álava, que es una de las más vendidas. Este alimento se caracteriza por ser muy atractivo visualmente, de forma regular y es muy versátil: con este ejemplar puedes hacer platos asados o cocidos. Este tubérculo es pequeño y ovalado, y también presenta recolección temprana. Su piel es fina y suave, y la pulpa es amarillenta clara.
La patata Monalisa es ideal para freír porque absorbe poco aceite y tiene una proporción equilibrada entre almidón y agua. Es por eso que es una de las variedades más vendidas de España, al igual que la agria: de pulpa compacta, piel marrón claro y poca cantidad de azúcar. Pero también, otra variedad perfecta para hacer tortillas es la Red Pontiac.
La patata Red Pontiac, tal como su nombre lo demuestra, tiene color rojizo por fuera pero es blanca por dentro. Esta variedad es ideal también para cocer y guisar, ya que tiene una textura algo arenosa. Este alimento, además, tiene una baja cantidad de almidón, pero contiene más azúcar respecto a las anteriores. También es una de las elegidas para ensaladas, ya que soporta bien las temperaturas de la nevera.