Si eres amante de las texturas crujientes, entonces los aros de cebolla están en tu lista de comidas deliciosas. Si no es tu caso, no sigas leyendo esta receta. Para hacer esta comida es necesario tener en cuenta que una cebolla dulce siempre irá bien con la fritura y el rebozado. Si no quieres freír las anillas, puedes hacerlas en el horno, pero no quedarán igual.
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Uno de los trucos sencillos para que los aros de cebolla queden con una textura extra crujiente es mezclar maicena, harina de trigo y una cucharadita de polvo de hornear para el rebozado. En el caso de que se presente alguna intolerancia al gluten, se puede utilizar solo el primer ingrediente.
Para obtener unos aros de cebolla de manual lo ideal es utilizar entre dos y tres cebollas, 80 gramos de maicena, 80 gramos de harina de trigo, dos huevos, una pizca de sal, 200 ml de leche y una cucharadita de polvo de hornear. Lo que debes hacer con estos ingredientes es mezclar los alimentos secos en un bol y pasar las anillas para que queden impregnadas.
Los aros de cebolla deben tener como máximo 1,5 cm de grosor para que queden bien rebozados y crujientes. Para darle mucho más sabor a esta comida, puedes condimentar previamente la mezcla de polvos con pimienta, pimentón, hierbas o comino. Pero también puedes aplicar otro truco para obtener unas anillas espectaculares.
El otro truco es separar las yemas de las claras y batir las primeras agregando la mezcla de ingredientes secos. Luego debes añadir la leche: esta bebida tiene que estar fría para obtener anillas crujientes. Pero por otro lado, también debes batir las claras con una pizca de sal. No tienes que montarlas, solo hacer que obtengan una textura espumosa y blanquecina. La etapa final de esta receta es unir los contenidos de ambos recipientes, remover para integrar, pasar los aros por esta preparación, luego por pan rallado y freír.