Los tomates secos, una vez hidratados y sumergidos durante unos minutos en aceite con albahaca, ajo, tomillo y otras hierbas aromáticas, son ideales para acompañar carnes asadas, pastas y ensaladas, o para preparar entradas, canapés y emparedados. Lo bueno es que lo puedes conservar en la nevera por mucho tiempo.
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Para preparar tomates secos se seleccionan tomates de tamaño y color uniforme. Los más adecuados para esta receta son los tomates de pera o perita, y cuantos más pequeños y dulces, mejor quedarán. Se colocan AL SOL con las semillas hacia arriba sobre una superficie limpia y plana. El único problema que puede surgir es el de los insectos y es por eso que busca una ubicación en la que te sea fácil proteger los tomates con una mosquitera de tela o metal.
El segundo paso que vas a realizar para estos tomates secos perfectos, es que por la noche los tomates se retiran a un lugar seco hasta la mañana siguiente. Es importante que no reciban humedad. Serán necesarios entre 4 y 7 días en verano, o el tiempo necesario en cualquier estación hasta que los trozos se vuelvan quebradizos.
Por último, la receta de estos tomates dice que una vez secos, se conservan bien en un lugar fresco y sin humedad, y mejor si están aireados, por ejemplo, envueltos en un papel poroso, como el papel de prensa, o un canasto. Para hidratar los tomates secos cuando vayamos a usarlos se sumergen 15 minutos en agua caliente o una media hora en agua fría. Dependerá también del tamaño de los tomates.
Como hemos observado, no es para nada complejo hacer estos tomates secos ya que con tan solo 3 pasos vas a tener un alimento sabroso y aplicable a cualquier receta. Lo que si te aconsejamos, es que con el calor que está haciendo no te pases de los días establecidos ya que podrías terminar desechando la preparación.