Si bien hablamos de una salsa, la salsa café de París es una mantequilla bien condimentada que se convierte en salsa con acción del calor pero que, para estos mejillones, la hacemos salsa directamente y así nos trasladamos a algún punto de la geografía entre Francia y Bélgica en un santiamén.
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Entonces, para todos aquellos que no sepan qué es, la salsa café de París es una mantequilla condimentada, muy especiada, que algunos baten a velocidad rápida para espumarla y dejarla aireada. A pesar de que su nombre nos remite a Francia, se dice que esta mantequilla se creó en Suiza, en el Restaurante Café de París de Ginebra alrededor de 1941 y que la receta original sigue guardada bajo llave a pesar de que el grupo L'Entrecote la haya popularizado muchísimo a lo largo de toda Europa bajo su propia fórmula.
La clave de esta salsa es el equilibrio. Dentro de ella se encuentran ingredientes como la mostaza, la salsa Worcestershire, la cebolla o chalota, el pimentón, el curry, el estragón o las anchoas. En este caso, para hacer la salsa de los mejillones, la diferencia será que se preparará toda la mezcla de condimentos por un lado y, con ella, se dará sabor a una mezcla de nata y mantequilla con la que regar los mejillones una vez abiertos.
A estos mejillones, será ideal sumarle una buena fuente de patatas fritas para ir picando alternativamente y que luego terminen mojadas en la salsa que haya sobrado de los mejillones. Es algo que no se puede evitar.
Ingredientes
- Mejillones vivos, 1 kg
- Nata, 100 ml
- Mantequilla, 80 g
- Cebolleta, 1 ud (o 2 ud de chalota)
- Alcaparras, 1 cucharada
- Diente de ajo, 1 ud
- Filetes de anchoa, 2 ud
- Zumo de limón, 1 cucharadita
- Salsa worcestershire, 1 cucharadita
- Mostaza, 1 cucharadita
- Curry en polvo, 1 cucharadita
- Pimentón dulce, 1/2 cucharadita
- Estragón seco, 2 cucharaditas
- Perejil fresco picado, 1 cucharada
- Kétchup, 2 cucharaditas
- Vino manzanilla, 1 cucharada
- Sal, 1 cucharadita
Cómo prepararla paso a paso
Antes que nada vamos a limpiar los mejillones con la ayuda de una puntilla o de un cuchillo pequeño, quitando las barbas que vayan sobresaliendo por fuera de cada uno de ellos. Es un tirón seco, sin miedo. Los pondremos en un colador, no hace falta purgarlos en agua ni nada por el estilo.
Luego vamos a pelar la cebolleta o la chalota, le sacaremos la parte verde y picaremos la parte blanca. La colocaremos en un vaso batidor. Añadir también el ajo pelado, la mostaza, el kétchup, el vino, el estragón, el perejil picado, la salsa Worcestershire, el zumo de limón y todos los demás condimentos que añadiremos a la salsa.
Vamos a triturar bien los condimentos y los vamos a mezclar con la mantequilla a punto pomada y luego dejaremos enfriar todo. En esta ocasión, será suficiente con dejarla así triturada, y reservar la mezcla para cuando se quiera utilizar. Derretiremos la mantequilla con la nata en un cacillo a fuego suave, la temperatura no puede ser muy alta, hervor controlado. Añadir entonces la cantidad de condimento al gusto, con una cucharada será suficiente para luego no enmascarar el sabor del mejillón.
Luego en una olla grande pondremos un poco menos que un dedo de agua y llevar a ebullición al máximo. Añadir los mejillones limpios y tapar. Dejar cocinar 2 minutos, menear fuerte y cocinar 1 minuto más. Abrir y ver si ya se han abierto todos, retirar los que ya estén abiertos. Dejar un poco más los que aún estén cerrados, se abrirán. Por último, vamos a escurrir bien los mejillones del caldo y disponer en un plato hondo. Regar con abundante salsa café de París.