Las mandarinas son una fruta que además de ser una fuente de Vitamina C y agua, ayudan a mejorar el sistema inmunológico, equilibrar el nivel de azúcar en sangre, reducir el colesterol malo y la presión arterial. Así también, previenen el exceso de grasa, sobre todo en el hígado. Te vamos a enseñar cómo preparar un pan de mandarina, es realmente delicioso y nutritivo.
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Ingredientes.
- 3/4 de taza de jugo de mandarina
- 4 huevos
- 2 tazas de harina cernida
- 4-6 cucharadas de azúcar Glass
- El jugo de una mandarina
- 1/2 limón lo del jugo
- 1 cucharada de polvo para hornear
- La ralladura de cáscara de una mandarina
- 2 cucharadas de azúcar
- 1/2 taza de leche regular
- 1 barrita de mantequilla
- 1 taza de leche condensada
- 1/2 cucharadita de vainilla
Preparación
Para comenzar con la receta coloca en un bol la mantequilla en trozos pequeños con el azúcar y remueve bien hasta conseguir una pasta suave. Lo ideal es tener la manteca a temperatura ambiente, si no darle unos segundos en el microondas para que esté con textura pomada. A continuación, añadir las yemas de huevo de a una por vez, mezclar con movimientos envolventes para incorporar de a poco todos los ingredientes de nuestro pan.
Agregar a la mezcla la ralladura de mandarina y la leche condensada. Seguir mezclando suavemente hasta que esté todo bien incorporado. Añadir el jugo de mandarina y remover, agregar la vainilla, incorporar la harina y la levadura en polvo tamizadas y con suavidad revolver para que no queden grumos en la masa. A continuación, añade la leche y mezcla.
En un recipiente aparte, batir las claras de huevo a punto de nieve y añadir a la masa de pan recuerda que son texturas diferentes y cada vez que agregues algo a la preparación debes hacerlo de forma suave. La clave de este pan es que todos los ingredientes queden integrados.
Engrasar un molde, agregar la mezcla y cocinar en horno a 180 grados durante unos 45 minutos. Para la decoración batir el azúcar glas por separado con el jugo de una mandarina y el jugo de medio limón, colocar por encima de tu pan una vez desmoldado. A disfrutar.