En Madrid no hay nadie que no se haya aliviado del frío con un plato de cocido. Pero, pocos conocen el origen de esta receta que se consume por “vuelcos” y cuyo aporte nutricional la convierte en el guiso idóneo para combatir las bajas temperaturas. La popularidad del cocido madrileño ha extendido sus fronteras mas allá de la capital de España.
Te podría interesar
Esta receta, que requiere productos de calidad y paciencia, se popularizó cuando las clases acomodadas la consumían imitando a la aristocracia en el Madrid decimonónico. Para ello, se presentaba en tres “vuelcos”, esto es, el contenido se servía en tres veces. El cocido madrileño saciaba a los comensales y, además, generaba sobras para otras elaboraciones. De ahí que se convirtiera en un plato imprescindible de la gastronomía madrileña.
Cocido madrileño
Ingredientes (6 raciones)
400 gramos de garbanzos
200 gramos de tocino fresco
150 gramos de morcilla
600 gramos de morcillo de ternera
1 punta de jamón
1 hueso de jamón
1 hueso de caña con tuétano
1/2 pollo
1/2 repollo
3 zanahorias grandes
2 puerros
5 patatas
1/2 cebolla
Preparación
Para realizar esta tradicional receta de Madrid, ponemos a remojo los garbanzos la noche anterior. Empezamos poniendo a hervir la carne y los huesos, el agua tiene que cubrir todos los ingredientes y, nosotros, deberemos retirar la espuma de color marrón que se generará durante la cocción.
Mientras, en otra olla, ponemos las verduras a hervir. Cuando deje de generar espuma, añadimos los garbanzos y, tras llevar el agua a ebullición, mantenemos el guiso a fuego lento durante tres horas, aunque, a los 100 minutos, retiraremos un litro de caldo e, inmediatamente, repondremos la misma cantidad con agua hirviendo. El caldo retirado constituirá la sopa de nuestro cocido madrileño.
La receta se sirve por “vuelcos”. El primero, lo tendremos listo poniendo a hervir unos fideos en el caldo retirado; el segundo, sirviendo las legumbres acompañadas de la verdura; y, el tercero está constituido por la carne de nuestro cocido, que se presenta bien troceada. Solo queda degustar este icónica receta de Madrid.