El viaje gastronómico por España nos ofrece auténticos manjares como el que encontramos en la Comunidad de Castilla y León, precisamente en la provincia de Valladolid. El lechazo, cordero lechal, es el plato por antonomasia de esta región pero ha cruzado fronteras y hoy ya podemos encontrarlo en Madrid. Te proponemos hoy una receta derivada de este plato: el pincho de lechazo.
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El pincho de lechazo no es una novedad, el origen de esta receta se remonta al siglo XIX en la localidad de Traspinedo, al oeste de la Ribera de Duero. Este plato es patrimonio gastronómico de este municipio y se creó, como muchos otros, a partir de la necesidad. En este caso de los jornaleros del campo que buscaban una forma rápida, sencilla y sin cubiertos de disfrutar del lechazo.
Esta receta es muy sencilla pero el secreto está en los ingredientes. La carne debe ser la mejor, de Indicación Geográfica Protegida de Castilla y León y disponer de barbacoa o horno a leña. En este caso usaremos leña de sarmiento, la que dará ese complemento perfecto a la carne. La leña de sarmiento no es mas que la rama de la vida y le da ese particular gusto al lechazo.
Pincho de lechazo
Ingredientes
1 kilo de lechazo IGP Castilla y León
Sal fina
Preparación
Para que logremos un exquisito pincho de lechazo, al comprar el cordero solicitamos que nos lo troceen en dados homogéneos no muy pequeños, para poder cocinarlos el suficiente tiempo en la brasa. Debemos disponer para esta receta la posibilidad de hacer fuego con leña de sarmiento.
Cuando logremos encender las brasas disponemos la carne en la vara de acero, los trozos deben quedar juntos pero no apretados. Giramos los pinchos cuando se vayan cocinado para que se doren por todos lados. Este proceso se alargará una media hora. Servimos directamente el pincho de lechazo en el plato.