La celiaquía es un proceso crónico, multiorgánico autoinmune que lesiona en primer lugar al intestino y puede dañar a cualquier órgano y se caracteriza por una intolerancia al gluten. Si eres una persona que sufre de celiaquía, acá te dejamos una receta ideal de rosquillas de anís sin gluten para que disfrutes de la merienda.
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La celiaquía, actualmente, es una enfermedad realmente sistémica ya que la respuesta inmunitaria anormal causada por el gluten puede dar lugar además a la producción de diferentes autoanticuerpos que pueden llegar a atacar cualquier parte del organismo. Si no se lleva adelante un tratamiento estricto, pueden aparecer problemas graves de salud, entre las que se destaca el cáncer.
En el año 2012, la celiaquía fue definida como un desorden sistémico con base inmunológica y que es causado por la ingesta de gluten en personas con predisposición genética. Para poder comprender un poco más sobre esta patología, el gluten es una proteína que se encuentra en los granos como el trigo, centeno, cebada, espelta, entre otros. Otro de los alimentos que puede ser tóxico es la avena. Las personas celíacas son tendientes a sufrir lesiones inflamatorias luego del contacto intestinal. Entre los síntomas más frecuentes se destaca la diarrea, heces voluminosas, dolor abdominal.
Si eres una persona celíaca, seguramente hayas tenido que eliminar varios alimentos que contienen estas proteínas y nutrientes. Una opción fácil para la merienda y más en fechas cercanas a Semana Santa son las rosquillas de anís, una de las comidas típicas de la cocina de España. Sin embargo, al contener trigo son perjudiciales para la salud y de acuerdo a la Federación de Asociaciones de Celíacos de España, entre el 1% al 3% son celíacos. Para elaborar las rosquillas de anís sin gluten se necesitan: 2 huevos, 500 grs de harina sin gluten, 250 ml de leche, 1 vaso de anís, 80 gramos de azúcar, aceite de girasol, 8 cucharadas de aceite, ralladura de limón y levadura en polvo.
El primer paso para elaborar las rosquillas de anís es mezclar lo líquido donde hay que batir los huevos e incorporar lentamente el aceite, la leche, la levadura, la ralladura de limón y el anís. Luego, revolver varias veces. El segundo paso es preparar la masa y para lograrlo hay que mezclar de a poco los ingredientes para luego dejarlo reposar durante media hora. El cuarto paso consiste en darle forma de rosquilla en donde debes armar bollitos pequeños, estirarlos y hacerles un agujero en el medio. Por último, deberás freír las rosquillas y ya estarán listas para tu merienda.