Los flamenquines cordobeses son una de las tapas andaluzas más consumidas no sólo en Córdoba, sino en toda España y en el mundo entero. Con la receta paso a paso, se pueden hacer en casa de una manera fácil y consiguiendo un rebozado perfecto, tan característico de este plato.
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Ingredientes para preparar 8 flamenquines cordobeses:
- 8 filetes de lomo de cerdo finos.
- 8 lonchas de jamón serrano.
- 8 lonchas de queso. Aunque se puede hacer sin queso si se quiere.
- Aceite de oliva o de girasol para freír.
- Para rebozar: harina de trigo, pan rallado y dos huevos medianos.
Receta paso a paso de los flamenquines cordobeses:
Lo primero que hay que hacer para preparar los flamenquines es aplanar los ocho filetes de cerdo sobre una tabla. Lo ideal es golpearlos con un mazo para que se ablanden y se queden aun más finos.
El proceso para rellenar los flamenquines es el siguiente, encima de cada filete de cerdo, colocar una loncha de jamón serrano, si es grande, lo mejor es doblarla por la mitad. Poner también la loncha de queso, pero en vez de entera, hay que colocar el queso como si fuera una barrita, para que sea más fácil a la hora de enrollar el lomo.
El siguiente paso de la receta es enrollar los lomos con sus rellenos dentro con cuidado para que queden bien apretados y que no se deshagan en ningún momento.
Hay que poner en un plato hondo, harina, en otro los huevos batidos y en otro el pan rallado, y pasar cada uno de los ocho flamenquines por cada uno de ellos, en ese orden. Primero la harina, luego el huevo y, por último, el pan rallado. Por todos los lados del flamenquín, incluidos los laterales.
Cómo freír los flamenquines caseros
Si la receta se hace con freidora: ponerla a 170ºC y, cuando el aceite esté caliente, colocar los flamenquines y sumergirlos unos 2 o 3 minutos, sacarlos, darles la vuelta y cuando estén dorados por todos lados, sacarlos de la freidora.
Freírlos en sartén o cazo: calentar abundante aceite, una vez caliente, meter dentro los flamenquines, poco a poco, para que no se amontonen entre ellos y se peguen. Cuando estén dorados, sacarlos.
Dejar reposar en una servilleta o paño para que suelten el aceite sobrante. Y emplatar los flamenquines con la guarnición que se quiera poner. Si no se quieren consumir todos en el mismo día, se pueden dejar en la nevera un par de días una vez empanados o incluso fritos, aunque perderán el crujiente.