Las mermeladas son uno de esos productos deliciosos que todos tenemos en casa, porque se pueden untar en un pan o agregar a un postre y siempre saben bien, además pueden durar mucho tiempo sin descomponerse, lo que las vuelve un codiciado producto en los supermercados, pero como siempre, nosotros preferimos lo natural y casero, así que aquí te va una receta casera de mermelada con pera y jengibre.
¿Qué es la mermelada y cómo se hace?
La mermelada es un tipo de conserva de fruta que se obtiene a partir de frutas maduras y troceadas, mezcladas con azúcar, que sigue un proceso de cocción determinado. La cantidad de azúcar recomendada es de entre el 45 al 100% del peso de la fruta. Para que una mermelada pueda formarse bien se necesita de 3 ingredientes base, a parte de la fruta.
Ácido
El ácido se agrega a las mermeladas para evitar que crezcan microorganismos, pues en medio ácido es más difícil que proliferen. Además, la acidez evita que el azúcar de las preparaciones cristalice, manteniendo una consistencia adecuada. Se puede conseguir ácido cítrico o ácido tartárico en tiendas especializadas, pero también puedes usar zumo de limón, que además le dará un toque de sabor diferente a la mermelada.
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Pectina
La pectina es una sustancia orgánica y natural que se puede encontrar en muchos alimentos. Esta sustancia espesa y coagula la mermelada al ser sometida al calor, es decir, es la responsable de la consistencia. La pectina está principalmente presente en la cáscara o piel de las frutas, así como en el bagazo, es por eso que las mejores frutas para hacer mermelada son los cítricos, los frutos rojos y las frutas con piel comestible. Pero de igual forma puedes adquirir pectina en alguna tienda especializada si tu fruta no tiene suficiente.
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Azúcar
No solo funciona para darle dulzor a la mermelada, sino que también es un antiséptico que no permite que proliferen los microorganismos. Además, el azúcar también es importante para que la mermelada tenga la consistencia correcta. Para que el azúcar funcione como antiséptico es necesario que la concentración final sea de, al menos, 65%, incluyendo los azúcares presentes en la fruta.
Ahora que ya sabes lo que debe llevar tu mermelada, vamos a preparar una deliciosa mermelada de pera y jengibre.
Receta casera de mermelada de pera y jengibre
Para esta receta sí es recomendable conseguir un poco de pectina para que la mermelada tenga buena consistencia, pero si no la consigues igual puedes hacer una mermelada quizá un poco más líquida, pero igual de deliciosa. Lo que si es importante es que la pera esté madura, pero no demasiado, porque puede propiciar la fermentación, y eso es algo que no buscamos al hacer una mermelada. Por otro lado, el jengibre le dará un sabor extraordinario, además de aportar nutrientes.
Ingredientes
- 1 kg de pera
- jengibre rallado al gusto
- 600 g de azúcar
- el zumo de 1 naranja
- 20 g de pectina (opcional)
- 30 ml de zumo de limón
Procedimiento
- Lava, pela y corta la pera en cubos. De la piel que retiraste, corta pequeñas tiras delgadas (aquí es donde hay más pectina).
- En una cacerola coloca la pera con las tiras de cáscara, el zumo de limón, el zumo de naranja y el jengibre rallado.
- Calienta a fuego suave durante 10 minutos. Luego, agrega el azúcar y la pectina (si tienes) y continua cociendo a fuego bajo hasta que el azúcar se disuelva. Remueve constantemente para que no se queme ni se pegue
- Sube el fuego y deja que hierva durante 20 minutos o hasta que espese.
- Retira del fuego y utiliza una cuchara para comprobar la consistencia (al pasar un paño por la cuchara embarrada se mantiene limpio donde lo pasaste)
- Vierte la mermelada aún caliente y con cuidado a tus frascos herméticos previamente esterilizados. Ciérralos bien y colócalos boca abajo en un lugar seco y fresco para que se enfríen.
Llenarás más de un frasco, pero no te preocupes, la ventaja es que los que no uses ahora te durarán hasta 6 meses. Una vez abierto, mantén el frasco en refrigeración. Si quieres probar otros sabores, aquí hay una receta para mermelada de naranja y chile.