Bizcochos, tartas, pastelillos y todo tipo de postres son el resultado de cientos de años de conocimiento, desde el antiguo Egipto hasta nuestros días. Esta es la historia de la repostería, de sus inicios hasta los deliciosos postres que hoy podemos disfrutar, como este bizcocho de mantequilla súper esponjoso.
¿De dónde vienen los bizcochos?
El oficio de la repostería o pastelería es uno de los más antiguos del mundo, ya en el antiguo Egipto se preparaban postres con harina, agua, leche y miel; los griegos preparaban tortitas de trigo y cebada adornadas con semillas de anís y endulzadas con miel. Después, durante la Edad Media, los árabes trajeron a Europa las pastas, el arroz, el hojaldre y muchas otras preparaciones que los reposteros europeos adoptaron para sus preparaciones y fue en esta época en la que se distinguió por fin a la repostería de la panadería.
El siguiente gran evento que significó un cambio para el mundo de los postres fue el descubrimiento de América, ¿por qué? Digamos que esos bizcochos, donuts y mousses con chocolate no serían posibles sin el cacao, que fue traído directamente del nuevo continente. En el siglo XVI el cacao ya era uno de los ingredientes más apreciados en España, y luego, en el resto de Europa.
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La historia de la repostería francesa
Y fue justo en ese siglo en el que la pastelería comenzó a existir verdaderamente con la formación de gremios. El primero surgió en Francia, en 1556, bajo el reinado de Carlos IX, hijo de Catalina de Medici, una de las figuras que más impulsó la gastronomía europea durante esta época. Aquí nacieron los helados, los merengues, los bizcochos muselina... En España, Ruperto de Nola, un cocinero catalán, documentó las recetas del manjar blanco, ravioles a la catalana, pastelón de cidra verde y de muchos otros postres.
Durante el siglo XVIII, Francia se convirtió en el país repostero por excelencia, pues desarrollaron técnicas y postres nuevos, como las cremas, los mousses y las crepes. Además, fueron los primeros en agregar frutas exóticas originarias de América a sus preparaciones y, en 1776, Luis XVI formó la Chocolaterie Royale.
A partir del siglo XIX ya podemos hablar de personajes específicos que cambiaron el rumbo de la historia a través de dulces preparaciones. El más relevante es Antonin Careme, creador del nougat, el volován y el croquembouche, una especie de cono formado completamente de profiteroles. Además, Careme perfeccionó la técnica del hojaldre para lograr capas más finas. Su recetario Pastelero Real documenta las bases de la pastelería como hoy la conocemos que dió pie a grandes reposteros para crear nuevos postres o perfeccionar los anteriores.
Hasta la fecha, dos siglos más tarde, la pastelería francesa sigue siendo la más aclamada, gracias a su constante innovación y a la creación de gran parte de los postres que disfrutamos cada día.