Recetas de postres hay y son muy sofisticadas para que el fin de toda comida sea ideal. Ahora bien, si quieres algo perfecto, debes incluir una buena salsa para que los sabores le den el dulzor que todo postre se merece.
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En esta ocasión, nos detenemos en las recetas de postres dulces, donde las salsas y cremas tienen su propio apartado, de gran protagonismo por cierto. Aunque la variedad es casi infinita las que hoy te mencionamos son algunas de las más básicas. Se trata casi casi de una clase de repostería para amateurs y, por qué no, también para los más 'cocinillas'.
La primera receta que encontramos para que tu postre quede ideal, es la de salsa de caramelo. Para empezar debes calentamos el agua. En un cazo de base gruesa echamos el azúcar, el zumo de limón y 2 cucharadas soperas de agua. Lo ponemos a fuego medio. Cuando comience a coger un color rubio dorado, añadimos el agua caliente, cucharada a cucharada, removiendo bien cada vez y teniendo mucho cuidado con el vapor que suelta, porque puede quemar. Cuando hayamos añadido toda el agua caliente, continuamos removiendo con cuidado unos segundos y retiramos del fuego. Para finalizar, dejamos enfriar antes de usarlo para evitar quemaduras.
La segunda receta de salsa para postres, es la crema chantilly. Comienza por meter en el congelador durante al menos 15 minutos el cuenco que vayamos a utilizar para hacer la crema. Es importante que esté frío para que monte bien la crema. Echamos la nata en el cuenco frío y batimos con varillas eléctricas unos 3 minutos, hasta obtener una crema aireada y firme. Luego, añadimos el azúcar sin dejar de batir y la esencia de vainilla batiendo 2 o 3 minutos más, hasta que se pueda poner bocabajo el cuenco sin que se derrame una mínima porción.
La última receta sencilla para postres es, la salsa de crema de limón. Prepara un bol, batimos las yemas con el zumo de limón y la maicena. Echar en una cazuela la leche, un trozo de piel de limón y ralladura de limón. Hervimos y cuando rompa a hervir bajamos el fuego. A fuego bajo añadimos la mezcla de yemas y no paramos de remover con cuchara de madera hasta obtener una textura de crema homogénea. Pasa por el chino para retirar la piel de limón y deja enfriar.