Cuando pensamos en una tarta de queso todos nos acordamos del famoso Cheesecake. Pero esta preparación tiene varios años de vida y no es conocida por su versión norteamericana. El origen de este postre hay que buscarlo en la Antigua Grecia.
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Según cuentan los historiadores la tarta de queso se conoció en la Isla de Samos hace 4000 años atrás. Fue parte del menú de los Juego Olímpicos. Este postre se utilizaba para alimentar a los atletas en el 776 A. C. y por eso se lo cataloga como uno de los más antiguos de la historia.
Los primeros documentos que hablaban de la existencia de la tarta de queso datan del 230 D.C. Algunas escrituras de Ateneo se referían a este postre. No tenían la preparación que conocemos sino que se dejaba el queso en forma cremosa y se mezclaba en una sartén con miel y harina de trigo. Se calentaba todo junto y luego se enfriaba para consumirlo.
Su nombre fue cambiando hasta el actual llamado tarta de queso. Pero al principio se lo denominaba pastel de queso. El sabor era diferente y a lo largo de los años fue consiguiendo la consistencia conocida y el huevo fue el ingrediente principal para obtener más textura.
Con las grandes inmigraciones de europeos a Estados Unidos, la tarta de queso encontró popularidad mundial. El famoso Cheesecake contiene queso Philadelphia y con mermelada de fresa. Así surgieron varias combinaciones de preparaciones distintas para este postre delicisoso.