El mundo del vino es inmenso, hay miles de etiquetas diferentes, cada una con su sabor específico. Si apenas estás empezando puede que no notes mucha diferencia, pero para los más experimentados no hay dos vinos iguales. Y es que el sabor del vino está relacionado con muchísimos factores, como la uva, el clima, la altura, el tipo de tierra, la flora circundante, el tiempo de fermentación, la barrica, etc. Con tantas variables, es prácticamente imposible conseguir el mismo vino 2 veces, incluso dentro del mismo viñedo, es por eso que a veces podemos probar dos añadas del mismo vino y no sabrán igual.
¿Cuáles son los tipos de vino tinto?
Sin embargo, sí que es posible distinguir el sabor de los vinos en cuanto a la uva con el que se hicieron. Las más comunes son Malbec, Merlot, Syrah, Cabernet Sauvignon, Carmenere, Nebbiolo y Pinot Noir, hablando de vinos tintos. Pero lo cierto es que hay muchas variedades más que pueden resultar muy agradables si ya estás cansado de beber siempre el mismo vino.
Cada tipo de uva tiene características especiales que se transfieren al vino, por ejemplo, la Pinot Noir es muy fácil de tomar y tiene sabores ligeros, por otro lado, el Syrah es más complicado y no a muchos les gusta por su capacidad de cambiar casi entre trago y trago. Por eso es importante valorar el contexto, la compañía y nuestros propios gustos antes de decidir qué vino comprar. Aquí te van algunos vinos con los que puedes sustituir la botella de siempre.
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Los vinos tintos que debes conocer, según su uva
Gamay
Como ya lo mencionamos, el Pinot Noir es un vino fácil de beber y maridar por sus sabores suaves, lo que lo ha convertido en uno de los vinos más populares del mundo. Pero hay una variedad menos conocida de vid que produce vinos igualmente maridables y que tiene su propio sabor característico. Se trata de la Gamay, una vid originaria de Francia, específicamente de la región de Burdeos. Los vinos producidos con este varietal presentan notas de frutos rojos y poca acidez, por lo que van muy bien con muchos platos diferentes; lo mejor es que puedes encontrar etiquetas de gamay bastante económicas.
Blaufränkisch
Otra variedad muy poco conocida que resulta una buena alternativa para el pinot noir es el Blaufränkisch. Esta uva crece en el centro de Europa, en países como Austria, Alemania y Croacia, pero hoy su producción se ha extendido a Estados Unidos. Se trata de vinos ácidos con notas de cereza negra que pueden llegar a tener un pronunciado picor. Contrario a lo que solemos creer, este vino tinto es perfecto para acompañar pescados, mariscos y pastas.
Tempranillo
Aunque el Tempranillo no es una uva poco conocida, si que es infravalorada. Es muy común escuchar que los vinos de esta variedad no son de la mejor calidad, pero en realidad hay muchos que no solo son de excelente calidad, sino que son perfectos para sustituir al mejor Cabernet Sauvignon. De hecho, la uva Tempranillo es una de las más cultivadas en España, incluso muchos de los famosos vinos de Rioja están hechos con esta uva. En general son vinos grandes, intensos y con mucha estructura, perfectos para acompañar un filete o una barbacoa.
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Nerello Mascalese
Esta si que es una variedad de uva poco conocida. Originaria de Sicilia, Italia, este varietal crece en suelo volcánico, lo que le da notas terrosas y frutales. Este vino poco común es muy buen sustituto para el Malbec, pues como él, tiene un perfecto equilibrio de acidez y tanicidad. Es elegante y fácil de beber y maridar, pero tiene más estructura que el Pinot Noir.
Touriga Nacional
Esta variedad de vid se cultiva en Portugal, y aunque no es muy popular, es una de las mejores uvas para producir vino, ya que este suele tener muy buen cuerpo y se puede madurar en botella durante muchos años sin que se avinagre. De hecho, los touriga jóvenes son muy tánicos, pero a medida que envejecen se vuelven más suaves y fáciles de beber. Pero lo mejor de estos vinos es que, a pesar de ser de mis favoritos, son muy económicos en comparación con otras variedades.
Atrévete a probar estos 5 vinos diferentes y sal de la rutina. Si ves alguna etiqueta con cualquiera de las variedades mencionadas, no dudes en adquirirla y catarla, verás que saben muy diferente y no dejan de ser deliciosas.