Antes de empezar debemos recordar que si nuestro objetivo es perder peso debemos olvidarnos por un tiempo -o para siempre- de las bebidas alcohólicas. Ahora bien, es cierto que algunas bebidas nos llevan a engordar más que otras pero quizá no son las que pensabas. Veamos cuáles son nuestras enemigas en la báscula.
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En España, las bebidas alcohólicas son responsables de cinco de cada cien calorías que se consumen diariamente. El alcohol no solo engorda por la cantidad de calorías contenidas en los diferentes tipos de bebidas, sino porque el alcohol no permite que se quemen calorías e hidratos de carbono. Por ello, siempre su consumo debe ser moderado.
No podemos precisar la cantidad de calorías que tiene cada una de las bebidas, ya que esa información nutricional no está disponible en el envasado de las botellas. Así, debemos guiarnos por su graduación alcohólica y en esta línea el vodka ocupa los primeros puestos en lista de las bebidas alcohólicas que más engordan, concretamente 300 kilocalorías por cada 100 mililitros, vamos, un par de chupitos.
Seguidamente, en el raking de las bebidas alcohólicas que más engordan encontramos el anís y a continuación el whisky y el coñac, con 280 kilocalorías por cada 100 mililitros. Esta lista continúa con bebidas tan populares para una noche de copas como el ron y la ginebra, estos dos combinados con zumo de limón y coco, receta de la famosa piña colada puede contener más calorías que una hamburguesa de comida rápida, casi nada…
Y, quizá en contra de lo que siempre has creído, las bebidas alcohólicas que menos engordan son nada más y nada menos que las más habituales en nuestro día a día: la cerveza y el vino. Una bebida como una caña nos aporta tan solo unos 70 kilocalorías y una copa de vino tinto unas 74.