Mercado de San Miguel: De Mercado Tradicional a Destino Gastronómico
Conformado como uno de los lugares más emblemáticos y visitados de Madrid, no solo por su oferta culinaria, sino también por su historia y su transformación en un mercado gastronómico de renombre internacional y a pesar de los precios que se barajan, que no pueden ser considerados como los más económicos del sector en la capital de España, el Mercado de San Miguel acoge la friolera de 7 millones de visitantes al año ofreciendo una enorme variedad de opciones gastronómicas que van desde los clásicos a la tapas más innovadoras.
Historia del Mercado de San Miguel
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El mercado se encuentra en la Plaza de San Miguel, muy cerca de la Plaza Mayor. Su construcción comenzó en 1913 y fue inaugurado en 1916. Diseñado por el arquitecto Alfonso Dubé y Díez, el edificio es un hermoso ejemplo de arquitectura de hierro, un estilo muy popular en la Europa de principios del siglo XX.
Originalmente, el mercado se levantó sobre el solar que ocupaba una antigua iglesia, la Iglesia de San Miguel de los Octoes, que fue destruida en 1809 durante la ocupación francesa. El objetivo era crear un espacio moderno y funcional para la venta de productos frescos, siguiendo el modelo de otros mercados europeos de la época.
Declive y Renovación Durante gran parte del siglo XX, el Mercado de San Miguel funcionó como un mercado tradicional de abastos. Sin embargo, hacia finales de los años 90, comenzó a decaer debido a la competencia de los supermercados y cambios en los hábitos de consumo. En 1999, el mercado cerró sus puertas, dejando un vacío en el barrio.
La revitalización del mercado comenzó en 2003, cuando un grupo de empresarios visionarios decidió comprarlo con la intención de transformarlo en un mercado gastronómico. La restauración respetó la estructura original de hierro y se enfocó en crear un espacio que combinara la tradición con la modernidad.
Transformación en Mercado Gastronómico
Reapertura y Nuevo Concepto El Mercado de San Miguel reabrió sus puertas en 2009, convirtiéndose rápidamente en un referente de la gastronomía en Madrid. La idea era crear un mercado donde se pudiera disfrutar de productos frescos y de alta calidad, al mismo tiempo que se ofrecía una experiencia gastronómica única.
Oferta Gastronómica
Hoy en día, el mercado alberga más de 30 puestos que ofrecen una variedad de productos y platos preparados. Los visitantes pueden encontrar desde tapas tradicionales españolas, como jamón ibérico, tortilla de patatas, frituras de pescado, o gran variedad de croquetas, hasta cocina internacional, incluyendo sushi y ostras. Además, hay una gran oferta de vinos y cervezas artesanales, lo que hace del mercado un lugar ideal para degustar y maridar diferentes sabores.
Algunos de los puestos más destacados incluyen:
- La Casa del Bacalao: Especialistas en productos del mar.
- Raza Nostra: Carnicería que ofrece hamburguesas gourmet.
- El Señor Martín: Pescadería y marisquería que también prepara platos frescos para degustar en el momento.
- O la heladería Rocambolesc del pastry chef con tres estrellas Michelin, Jordi Roca.
Eventos y Actividades El Mercado de San Miguel no solo es un lugar para comer y comprar, sino también un espacio cultural y social. Regularmente, se organizan eventos, catas de vino, talleres de cocina y presentaciones de chefs reconocidos. Esto ha contribuido a mantener el mercado vivo y dinámico, atrayendo tanto a madrileños como a turistas. Información de todas estas actividades puede seguirse desde la página corporativa del mercado y más en concreto desde su blog (San Miguel | Blog (mercadodesanmiguel.es).
Impacto y Reconocimiento
El éxito del Mercado de San Miguel ha sido notable, convirtiéndose en una parada obligada para cualquier visitante de Madrid. Su modelo ha inspirado la renovación de otros mercados en España y en el extranjero, demostrando que es posible combinar la tradición de los mercados de abastos con la modernidad de la oferta gastronómica.
El mercado ha sido destacado en numerosas guías de viajes y ha recibido varios premios por su diseño y su oferta culinaria. Es un claro ejemplo de cómo la innovación y el respeto por la historia pueden coexistir para crear algo verdaderamente especial.
El Mercado de San Miguel es un testimonio de la capacidad de Madrid para reinventarse que no puedes dejar de visitar.
Preguntas que suelen surgir, cuando se visita un templo de las tapas como éste:
¿Qué es una tapa y qué hace buena una tapa?
El producto es fundamental, éste contribuye netamente a la calidad de la tapa. Otros factores son las técnicas utilizadas para su elaboración, y si cumple o no el objetivo que nos marquemos con ese bocado (puede ser amplio el abanico de posibilidades de juego que nos de un simple bocado, desde una simple representación de un sabor de un platillo tradicional o no, hasta presentar una combinación determinada de sabores o texturas, como dos ejemplos de los muchos que podemos poner).
Una tapa es una elaboración culinaria que normalmente se toma de un bocado, aunque en este punto no se es ajeno tampoco a la imaginación, y existen tapas de diferentes tamaños, eso sí, están diseñadas para que pueda servir de aperitivos y no saciar, en principio al comer una simple unidad de ésta.
Normalmente se pueden diferenciar dos partes: un hidrato de carbono que sirve como soporte: una tostada de pan, un soporte que suele comerse, aunque a veces se presentan sobre cazuelitas o simplemente sobre un plato tal cual y una segunda parte que es la tapa en sí, que puede ser una proteína (carne o pescado) en diversidad de formas.
El bacalao en la cultura culinaria española
Presente como el jamón, el salazón de bacalao está omnipresente en nuestra dieta española. En el mercado se San Miguel se puede degustar de gran cantidad de formas diferentes. Si quieres hacer un pequeño viaje por la cocina de este pescado, una visita al Mercado de San Miguel puede resultar súperilustrativas. Insistimos, ojo con los precios, porque no resulta nada barato comer aquí.