La Crassula ovata es un mini árbol proveniente del continente africano, por lo que tiene la capacidad de florecer sin necesidad de grandes cantidades de agua o un riego constante, sus flores poseen el mismo diseño que la de sus primas suculentas, siendo de un color verde de forma abombada. Podríamos clasificar al jade como una planta perfecta para aquellas personas que inician en el mundo de la jardinería, gracias a sus sencillos cuidados y resistencia.
Pero ojo no debemos tomar sus cualidades de sobrevivencia como una excusa para descuidarla, si queremos que el jade luzca como la joya que es entonces será indispensable limpiar sus hojas para retirar el polvo y darles brillo. No recurras a una solución limpiadora química que pueda afectar el crecimiento del jade.
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En su lugar mejor opta por alguno de estos dos trucos que SI dejaran las hojas de tu mini árbol relucientes.
1) Con el grifo
La forma más sencilla para quitar la suciedad de las hojas del árbol de jade es dejarlo directamente bajo el chorro del grifo. Asegúrate de que el agua se encuentre a temperatura ambiente para no dañar el PH natural de la suculenta.
2) Con un cepillo de dientes
Si la suciedad se resiste a salir, puedes optar por una mezcla de gel de baño con agua natural, sumerge tu cepillo de dientes y comienza a frotar las hojas con delicadeza, después retira el exceso con un paño húmedo para devolverla a su sitio. Las delicadas cerdas del cepillo son ideales para llegar a los espacios profundos sin lastimar la estructura de la planta.
Lo único que resta es dejar secar al jade y devolverlo a su lugar sobre una mesa de centro donde reciba la luz de forma indirecta, así no solo recibirá la cantidad exacta de luz, sino que también adorna todos los espacios. Sin mencionar que tu casa recibirá todas las bendiciones que el Feng Shui le atribuye a esta hermosa suculenta.