Una confortable noche de sueño es un factor decisivo que determinará que tan bien o no realizamos nuestras actividades al día siguiente, pues aunque no lo parezca, dormir es tan importante para nuestra salud física como la alimentación o el ejercicio. Por supuesto, para tener un correcto descanso es imprescindible mantener, el colchón, ropa de cama, cobijas y almohadas lo más aseadas que nos sea posible.
No solo hablamos de un asunto de estética, las manchas amarillentas se pueden convertir en un latente foco de infección para plagas como chinches, ácaros o demás bacterias que te aseguramos, no querrás tener cerca del lugar donde descansa nuestra cabeza todas las noches.
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Pero tranquila, solo dos ingredientes de cocina bastarán para regresar lo blanco a las telas. Sigue leyendo.
¿Cómo blanquear las fundas de mis almohadas?
Solo necesitaremos de dos ingredientes clásicos que forman la pareja quitamanchas perfecta.
- Vinagre.
- Bicarbonato de sodio.
Así es como los usaremos:
En un recipiente grande como lo puede ser un cesto deja remojando tus almohadas en agua tibia con dos tazas de vinagre blanco por una hora, después lleva tus fundas a la lavadora, agrega una cucharada de bicarbonato, detergente, suavizante de telas e inicia el ciclo de lavado de forma normal.
Una vez el electrodoméstico terminará con su función, pon a secar al aire libre o en la secadora el refugio de tus sueños, después devuelvelas de nuevo en su sitio sobre tu cama.
Gracias al poder antibacteriano del vinagre y a las excelentes propiedades quitamanchas del bicarbonato, estos dos ingredientes de cocina son los más efectivos para quitar las manchas amarillas de la almohada o en general para realizar la limpieza de aquellas zonas donde la mugre no quiera ceder.