Una de las variedades que no deben faltar dentro del huerto urbano, es una planta de tomate, ya que este cultivo tiene un buen tamaño; no requiere de mucho espacio y los frutos se comenzarán a ver en aproximadamente tres meses, especialmente cuando es primavera y la época de calor contribuya al crecimiento del cultivo. Para tener este gran alimento solo basta con germinar y sembrar las semillas.
La forma de conseguir las semillas puede ser al adquirirlas en alguna tienda especializada para plantas (este es el método que recomiendan los expertos) o bien, extraerlas del propio fruto para poder hacer la germinación y dar paso a una nueva planta de tomate desde el huerto en casa.
Con la siguiente guía paso a paso podrás aprender a sembrar semillas de tomate y tener la seguridad que el fruto puede dar los resultados esperados si se lleva una serie de cuidados básicos y se tiene constancia dentro del huerto. Descubre qué es lo que tienes que hacer.
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Así puedes sembrar semillas de tomate en casa
Primero aprenderás a germinarlas y luego sembrar, sigue esta guía para hacer más sencillo el trabajo en la huerta.
- Toma una bolita generosa de algodón y extiende con tus manos. Coloca dentro de un recipiente previamente limpio que utilizarás como germinador, moja el algodón con un poco de agua solo para que se mantenga húmedo y coloca en medio las semillas de tomate, haz presión sobre esta para lograr enterrarla.
- Coloca otra capa de algodón y repite el paso; humedece con agua y coloca las semillas de tomate (puedes comprarlas o extraerlas del mismo fruto, solo recuerda que en caso de ser orgánicas, no deben tener restos de pulpa), presiona nuevamente hacia abajo y cubre con una capa de algodón húmedo.
- Tapa el recipiente con papel film y a partir de este momento solo deberás mantener el algodón húmedo, agregando un poco de agua cuando se muestre seco. Mantén el recipiente en un lugar con buena iluminación.
- Cuando las semillas hayan brotado raíces y estén lo suficientemente grandes deberás trasplantarlas en la tierra, llena una maceta con tierra y sustrato para trasplantar con mucho cuidado, no deberás dañar la raíz. Esas semillas germinadas podrán dar pie a una planta de tomate que dará frutos en poco tiempo si se sigue dotando de los cuidados básicos que necesita.