¿Habéis escuchado la famosísima frase "la curiosidad mató al gato"? El uso más común que le damos es para advertirle a alguien que no siga cotilleando cosas que no le gustarán o para evitar que alguien indague en asuntos peligrosos. Sin embargo, en esta ocasión podemos aplicarla a nuestros mininos y es que estos bichitos son de los más curiosos en todo el reino animal. A los gatos no les gusta quedarse con la duda, harán lo que haga falta por satisfacer sus necesidades de cotilleo. Aunque nosotros, como sus compañeros humanos, debemos ser responsables y cuidarlos de los peligros que podamos controlar, por ejemplo, las plantas que tenemos en casa. Es por eso que hoy queremos enseñaros las especies vegetales que son peligrosas para los gatitos.
Plantas tóxicas de interior para los gatos
El portal Animal Fiel nos advierte de las siguientes especies:
Lirios
Se dice que existen alrededor de 90 especies de lirios en total. Todos ellos son venenosos para los gatos; de hecho, están considerados como uno de los tipos de plantas más tóxicos. La ingestión mínima puede provocar insuficiencia renal inmediata. Muchas de estas especies, como el famoso lirio asiático (Lilium asiatica) y el lirio de los valles (Convallaria majalis), suele causar vómitos, latido cardíaco irregular, disminución de la presión arterial, desorientación, convulsiones y coma.
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Azafrán silvestre
También conocido como narciso de otoño, el azafrán silvestre es una planta con flores muy tóxicas para gatos, perros y caballos. Es especialmente venenosa para los gatos debido a su contenido del alcaloide colchicina. Todas las partes de la planta son perjudiciales. Los gatos que la ingieren pueden mostrar signos gastrointestinales, como babeo, vómitos y diarrea con sangre, dificultad para respirar, convulsiones, daño renal / hepático, e incluso la muerte. Los síntomas pueden ser evidentes poco después de la ingestión o pueden tardar días en aparecer.
Árbol de jade
Esta variedad de suculentas es muy popular, no solo porque es una planta bonita, sino porque no requiere de muchos cuidados y se dice que es una gran aliada para atraer la estabilidad y prosperidad financiera. Desafortunadamente, la planta de jade también es venenosa para los gatos. Su consumo provoca vómitos, depresión y descoordinación en su andar, lo que puede llevar a accidentes más serios como una caída, fracturas o algo peor.
Plantas de exterior tóxicas para los gatos
Azaleas
Las hermosas azaleas son muy populares para embellecer jardines y terrazas, pero si tienes un gato, no es nada recomendable sembrarlas en casa. Esta familia de plantas contiene un tipo de sustancias tóxicas llamadas grayanotoxinas, las cuales pueden provocar reacciones muy peligrosas. Toda la planta se considera venenosa. En caso de ingestión, el gato puede presentar vómitos, babeo, diarreas, debilidad, depresión del sistema nervioso central. En casos graves, puede caer en coma y morir debido al fallo cardíaco.
Cica
La cica o palma sagú, es otra de las plantas comunes más venenosas para los gatos. Se suele sembrar como planta ornamental en senderos y jardines, pero también se puede tener dentro del hogar. Como compañero gatuno, considera que todas las partes de esta planta son perjudiciales; sin embargo, las semillas o nueces, contienen la mayor concentración de toxinas. La ingestión de solo 1 o 2 semillas puede provocar efectos muy graves, incluyendo vómitos, diarrea, letargo, convulsiones, insuficiencia hepática y la muerte.
Hiedra
La hiedra es una planta trepadora de acción tóxica para nuestros gatos. Se sabe que contiene saponinas triterpenoides, las cuales pueden provocarle vómitos, dolor abdominal, salivación excesiva y diarrea al minino en caso de ingestión.
¿Qué hacer si tu gato come una planta tóxica?
Considera que la toxicidad puede variar de leve a severa; todo depende del componente tóxico presente en la planta. Pero ante la sospecha de que un gato comió una planta venenosa, lo más importante es acudir al veterinario inmediatamente. Si no puedes llevarlo de inmediato, hay que comenzar por retirar cualquier trozo de la planta que pueda haber en su boca, patas o pelaje. Después hay que colocar al minino en un espacio lejos del ejemplar y finalmente hay que tomar una muestra de la especie que ingirió para llevársela al veterinario; si no estás seguro de lo que comió y el gatito vomitó, lleva una muestra del vómito para que el profesional pueda aplicar los antídotos necesarios para su recuperación.