Lo primero que debes saber es que las hormigas nunca andan solas y no hablamos precisamente de la colonia que las acompaña desde el hormiguero, hablamos que otro tipo de insectos como los pulgones, estos llegan invitados por una hormona que secretan las exploradoras, así que para evitar que tus flores se conviertan en el punto de encuentro de una convección de insectos, lo primero que debemos hacer es eliminar a las principales organizadoras para siempre.
Tal vez lo primero que se te viene a la mente para lograr esto, es recurrir a los básicos fungicidas que encontramos en las tiendas, pero antes de gastarnos una pasta en este tipo de remedios que pueden (o no) darnos resultados a costa de la salud de nuestras plantas, cultivos o el sustrato, mejor probemos con alternativas más económicas.
Aunque los insecticidas caseros son menos agresivos, esto no significa que dejen de ser efectivos, por el contrario, algunos no se dan por servidos solo con alejar los insectos, también cumplen con blindar para que no se acerquen, como este.
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Sacarina, el enemigo de las hormigas
Este polvo granuliento (parecido al azúcar) es usado como endulzante artificial en alimentos bajos en grasa y para productos de cuidado personal, como dentífricos o enjuagues bucales, pero bueno, vamos con lo que nos importa, este edulcorante es muy eficaz debido a que las hormigas se ven hipnotizadas ante él, por lo que dejaran libres a tus amigas verdes.
Para utilizarlo de la forma correcta aplícalo en los bordes de tu maceta o cultivos como si dibujaras una muralla, notaras como los insectos se juntan para alimentarse con él, pero tranquila porque este solo les proveerá de calorías vacías que lejos de alimentarlas, solo entorpece su rutina, por lo que al cabo de unos días se marcharan para siempre.
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Listo, solo te tomará unos minutos “levantar” un escudo protector para despedir a los insectos de forma definitiva y sin correr riesgos.