No hay momento más esperado que llegar a casa y recostarnos sobre nuestra cama al final del día, pero no siempre nos vamos a dormir solos, hay miles de pequeños microorganismos que descansan todos los días junto con nosotros, se trata de los ácaros, estos insectos que viven felices entre nuestras sábanas, colchones o almohadas, pero no por pequeños que sean, significa que están indefensos, al contrario, su presencia representa un riesgo para nuestra salud.
Asma, rinitis alérgica, dermatitis, asfixias, son solo algunas de las consecuencias que producen los ácaros al estar en contacto constante con nosotros, para nuestra mala suerte, se alimentan de la piel muerta y el calor corporal que amamos durante la noche los ayuda a repudrucurise.
Pero esto no significa que tengamos que aceptarlos en nuestro colchón sin poner resistencia, todo lo que necesitamos para despedirlos es bicarbonato y aceite esencial.
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Preparación:
En un bol mezcla una taza de bicarbonato de sodio con cinco gotas de aceite esencial de tu preferencia (como tip te compartimos que la lavanda ayuda a conciliar el sueño) bate hasta que los ingredientes se incorporen y pasa la preparación en un rociador, aplica sobre las almohadas, sabanas, bordes de los colchones, deja actuar al menos una hora.
Pasado el tiempo, aspira muy bien la preparación que preparaste, cambia la ropa de cama y pon la vieja a lavar con agua tibia o caliente, repite esta acción al menos una vez por semana, mantener la habitación bien ventilada también ayuda a que estos insectos se mantengan lejos de ti.
Claro que si buscas un mayor nivel de protección puedes cubrir tu colchón con un cubrecamas, este no solo te ayudará con los ácaros, también protege tu colchón de la sudoración y desprendimiento de piel muerta.
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