La limpieza del hogar es uno de los momentos más odiados de todo adulto. El tener que invertir tiempo y esfuerzo en dejar impecable cada rincón de no es tarea fácil. Gracias a esto se han creado algunos trucos que ayudan a facilitar esta tarea, así como de paso a ahorrar en productos de limpieza y al medio ambiente.
En esta ocasión vamos a explicar un truco que hará que las puertas de madera queden siempre limpias y relucientes. Ojo, que las puertas también se tienen que limpiar de manera frecuente, al menos cuando hacemos la limpieza profunda del hogar. Se tiene que recordar que son un punto importante donde se guarda el polvo y con esto la posibilidad de enfermedades.
Antes de aplicar este truco se debe tener en cuenta si la puerta está barnizada o no. En caso de no estarlo, lo primero será eliminar todo rastro de polvo que esté impregnado en la puerta - por ambos lados-. Después ya toca pasar la mezcla que vamos a preparar a continuación. Se debe mencionar que la receta para limpiar las puertas que tienen barniz deberá ser diferente.
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Truco para limpiar las puertas sin barniz
Como ya se mencionó, lo primero será quitar la suciedad y el polvo que se puedan encontrar en las puertas. Después, con una esponja se deberá frotar la puerta con agua tibia y un jabón que estará compuesto por: amoniaco, aceite de oliva y vinagre blanco. Una poderosa mezcla para eliminar las marcas de mugre difíciles de quitar.
En caso de querer que estén relucientes. Una vez terminado de limpiar las puertas se puede aplicar un abrillantador o aceite de almendra para hacer que estén relucientes durante más tiempo. Lo ideal es que nuestros muebles siempre tengan brillo. Eso sí, no se debe abusar de este producto o al tocarlas quedarán sensaciones extrañas.
Cómo limpiar las puertas que tienen barniz
A diferencia de las que no tienen, aquí se debe tener cuidado para que no se desprenda este material de la madera. La parte de retirar el exceso de polvo y la mugre de las puertas con un trapo seco sigue siendo fundamental. Posteriormente se dará la limpieza con un paño húmedo que deberá estar impregnado de una mezcla compuesta por jabón especial y vinagre blanco. El resto de ingredientes deberán ser eliminados para no dañar las puertas. El resto de pasos se deberán seguir.