La pasta es uno de los platos más comunes, pues es realmente muy fácil de preparar, pero si no tienes cuidado, puede que se te pegue durante la cocción. Muchas personas agregan un poco de aceite a la olla de espagueti para evitar que la pasta se pegue. Si bien este producto puede reducir la esponjosidad de la pasta, engrasar los alimentos no siempre es una buena opción. En Gastrolab te contamos lo que debes hacer para evitar que la pasta se pegue.
¿Por qué se pega la pasta?
Si has intentado cocer algún tipo de pasta, desde coditos hasta espagueti, seguro has notado que es muy común que la pasta se pegue, lo que no es muy conveniente, no solo porque afecta la consistencia, sino porque impide una cocción uniforme. Lo que sucede es que la pasta, como bien sabes, está hecha con harina de trigo, que tiene una buena cantidad de almidón. Este compuesto se activa con el calor y se vuelve pegajoso, haciendo que la pasta se quede pegada.
Podríamos creer que la mejor forma de evitarlo sería enjuagar el espagueti antes de cocinarlo, pero eso sería un error, porque el almidón también es necesario para que la salsa se adhiera mejor a la pasta. SI quieres saber cómo evitarlo, aquí te van dos consejos.
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Sube el fuego
Lo primero que debes hacer es asegurarte de que el agua esté hirviendo. Hay quienes dicen que debes bajar el fuego al meter la pasta, pero esto no se debe de hacer. El punto de ebullición es muy sensible, mientras el agua esté burbujeando, la temperatura permanecerá constante, pero basta con agregar algo que haga que la temperatura baje tan solo un grado para que se detenga la ebullición.
Cuando agregas la pasta, la temperatura del agua disminuye, y deja de borbotear. si disminuyes la flama tardará un buen rato en volver a hervir, pero si mantienes la flama alta, la ebullición volverá a suceder rápidamente. Esto es importante porque la ebullición mantiene el flujo de agua entre la pasta y así no se queda inmóvil y hay menos riesgo a que se pegue.
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Remueve la pasta
Como ya lo mencionamos, al momento de agregar la pasta, la temperatura disminuye y el agua deja de hervir, así que mientras el agua vuelve a alcanzar la temperatura de ebullición, la pasta estará inmóvil en el fondo, y es ahí donde se pega. Por eso, lo primero que hay que hacer en cuanto agregas la pasta a la olla es remover con un cucharón.
Esta acción le dará movilidad al agua y a la pasta, evitando que se quede pegada. Miralo como si estuvieras tratando de pegar dos trozos de plástico con pegamento. Para que realmente funcione, tienen que permanecer juntos e inmóviles durante un buen rato hasta que el pegamento se seque, si los mueves nunca pegarán. Esto mismo sucede con la pasta, que si se queda quieta en el fondo, lo mas probable es que se pegue, así que propiciar el movimiento es la mejor manera de evitarlo.