Si tú eres de las personas que sufren de estrés, ansiedad o tienes problemas para dormir, te pedimos que sigas leyendo porque hoy estamos aquí para hablarte acerca de la hierba aromática que necesitas tener en tu cocina. Como ya pudiste darte cuenta por el título, esta nota va enfocada a la lavanda y la forma más fácil para transformar un pequeño racimo en muchas más plantas aromáticas para poner en toda tu casa.
Lo mejor de todo es que para cultivar esta hierba aromática solo vas a necesitar de pocos elementos que cualquiera de nosotras ya tenemos guardados dentro de la cocina. Anímate a darle un cambio a tu estilo de vida con el poder de la naturaleza, aquí debajo te contamos todo lo que debes saber.
Método de reproducción de la lavanda
Antes de dar paso a este pequeño truco de jardinería, te compartimos qué es lo que vas a necesitar.
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Materiales:
- Agua (Una taza).
- Alcohol Etílico.
- Frasco o recipiente de vidrio.
Paso a Paso:
- Corta la rama de una lavanda de aproximadamente 20 centímetros de largo.
- Retira todas las hojas inferiores, dejando únicamente los tallos superiores.
- Esteriliza tu frasco con ayuda de unas gotas de alcohol.
- Agrega una taza de agua e introduce tu esqueje.
- Después de un mes notarás que comienzan a brotar las primeras raíces.
- Llegado ese momento es hora de trasplantarlas a tierra.
Ahora que conoces cuál es la mejor forma para reproducir las lavandas, permítenos contarte por qué deberías incluirlas en tu jardín
Propiedades de la Lavanda
La lavanda es una de las plantas más valoradas en el mundo de la herbolaria debido a sus cualidades sedantes, digestivas, cicatrizantes, antisépticas y antiinflamatorias. Sin mencionar que es un ingrediente ideal cuyos componentes reducen la ansiedad, insomnio, migrañas y dolores de cabeza.
Hasta aquí llegamos con la información de hoy, esperamos que te haya sido útil y empieces a utilizar este truco de jardinería para llenar tu vida, casa, jardines o macetas con flores.