HISTORIA DE LA COCINA

¡Que coman pasteles! María Antonieta y sus lujosas fiestas en Versalles

¿Quién fue María Antonieta? Conoce la historia de la esposa de Luis XVI y su extraña relación con la comida

¡Que coman pasteles! María Antonieta y sus lujosas fiestas en Versalles.Créditos: Pexels
Escrito en TENDENCIAS el

¿Alguna vez has escuchado la frase "Que coman pasteles"? Esta frase denota la falta de sensibilidad que a veces se tiene hacia la clase social baja y tiene un origen muy interesante que se le atribuye a María Antonieta y su relación con la comida. Descubre todo sobre esta frase y las lujosas fiestas de Versalles.

¿Quién fue María Antonieta?

María Antonieta de Austria fue una princesa archiduquesa de Austria y reina consorte de Francia, pues contrajo matrimonio con el rey Luis XVI en el año 1770, cuando ella tenía apenas 14 años. Durante su tiempo en la corona, María Antonieta fue muy criticada y repudiada tanto por el pueblo como por los nobles, pues tenía una debilidad por la fiesta y los excesos. 

Por un lado, la nobleza la rechazó por su desprecio hacia la etiqueta francesa y su personalidad extravagante, mientras que el pueblo la repudiaba por ser derrochadora e insensible. Pero esta nota no se trata (tanto) de despotricar en su contra, sino de su relación con la comida, que como ya dijimos, era bastante peculiar.

Las fiestas de María Antonieta en Versalles

A María Antonieta no solo le gustaba la fiesta, sino que disfrutaba de comer todo lo que pudiera, por eso organizaba enormes banquetes y fiestas ostentosas donde la mesa se atiborraba de platos y postres de todas partes. De hecho, la clásica imagen que tenemos de las fiestas renacentistas, con su extravagante decoración y sus interminables banquetes, no son sino una fotocopia de lo que la reina disfrutaba.

Las fiestas de Versalles se volvieron un clásico ejemplo de la opulencia de la nobleza, pues la reina consorte no reparaba en gastos para traer platillos de todas partes del mundo y contratar a los mejores pasteleros para que hicieran cualquier postre que a ella se le pudiera antojar, desde tartas hasta enormes pasteles. Y no solo se trataba de la comida, sino de la extravagante decoración que las caracteriza

Banquete renacentista
Foto: Pexels

Bien se podría decir que la principal razón por la que la nobleza se rehusaba a aceptar a María Antonieta era porque ella se atrevía a vivir aquellos deseos que los demás no se atrevían a hacer porque la etiqueta no lo permitía; pensemos que, durante esta época, la mujer parecía ser más una figura decorativa y las reglas de etiqueta dictaban que debía ser frágil, femenina y muy discreta, características con las que María Antonieta no estaba muy de acuerdo. 

Esto no significa ni que ella fuera una bestia ni que fuera una inocente palomita, al fin y al cabo era una mujer auténtica que no congeniaba con las ideas machistas de su tiempo, pero también una reina insensible y adinerada a quien no parecía interesarle en absoluto el bienestar de su pueblo.

El origen de la frase: "¡Que coman pasteles!"

De hecho, su personalidad derrochadora y poco empática se vio registrada para la eternidad en su frase más famosa. Durante una protesta del pueblo por las evidentes diferencias en la calidad de vida marcadas por las clases sociales, María Antonieta, intrigada, preguntó a sus acompañantes a qué se debía el revuelo. Al enterarse de que la protesta se debía a que el pueblo no tenía ni para comer pan, ella respondió "¡Que coman pasteles!", demostrando así su frivolidad e indiferencia ante la miseria popular. En otras palabras, su frase significa que, si la gente no tiene pan para comer, entonces que coman otra cosa, lo que deja en claro su falta de sensibilidad y comprensión con respecto a la pobreza del pueblo.

María Antonieta murió en 1793 bajo el filo de la guillotina, resultado de la revolución francesa; parece que el mismo destino que le parecía indiferente terminó por atraparla a manos de aquellos a los que nunca quiso comprender.

Tal vez María Antonieta no fuera la persona más admirable, por más de una razón, pero no podemos negar que su amor por la comida (y sobre todo los postres) sigue siendo algo a tomar en cuenta, tal vez incluso sea una de las razones por las que la repostería francesa se volvió tan popular. Conoce más de la historia de la repostería en esta nota.