Las cucarachas son unos de los animales que más alta tasa de reproducción tiene. Estos insectos pueden dar camadas de hasta 20 mil crías al año si no se las erradica a tiempo. Su ciclo reproductivo es verdaderamente rápido y si no se eliminan sus huevos, la situación doméstica puede sobrepasar nuestra acción.
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Esto significa que si detectamos una ooteca o cápsula en donde se están conservando las crías de estos ejemplares, lo mejor es que actuemos rápido y uno de los remedios caseros es tan fácil como comprar dos productos. Los huevos de cucaracha suelen estar alojados en ambientes que ronden los 30°C, con oscuridad y humedad. Ante esto, es necesario destacar que la cubierta que protege a los insectos es muy resistente contra su exterior.
Para eliminar los huevos de cucaracha que encuentres en tu hogar solo necesitas dos elementos: una jeringa y el líquido que acabará con la posibilidad de que se sigan reproduciendo estos insectos. Esta sustancia que secará las ootecas es el alcohol isopropílico y tendrás que aplicarlo constantemente para que haga efecto.
El procedimiento es muy sencillo: llena la jeringa de alcohol isopropílico y coloca el líquido sobre las cápsulas que contienen las crías de las cucarachas. Esta sustancia es una de las pocas que tiene el poder de secar las ootecas y por lo tanto desproteger a estos insectos del exterior. Lo que consigues con esta maniobra es quitarle toda posibilidad de sobrevivir a esa camada de visitantes indeseadas del hogar.
El método de la jeringa es efectivo solo si tienes paciencia y eres muy constante. Esto quiere decir que para que el alcohol isopropílico haga su efecto de secar los huevos de cucaracha, tienes que aplicarlo entre dos o tres veces por día. Al cabo de unos pocos días (entre 4 y 7) notarás que esa cápsula ya no tiene posibilidades de eclosionar y dejar salir crías de estos insectos.