A la hora de cocer langostinos o gambas, si se sigue la técnica adecuada, se pueden tener resultados rápidos y deliciosos para cualquier receta. La clave está en encontrar el punto justo del marisco, donde su carne es tierna, jugosa y para nada gomosa. Además, hay que tener en cuenta que, al comprar estos crustáceos congelados, se deben descongelar de manera correcta en la nevera.
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El langostino es un marisco muy bajo en grasas y muy rico en proteínas. A la hora de comprarlos, podemos encontrarlos en su forma de cultivo, salvaje, congelados o cocidos. En el caso de que necesites cocer estos crustáceos (o gambas también) para una receta de tres o cuatro raciones, puedes tomar nota de las cantidades y la manera adecuada de prepararlos para que queden perfectos.
¿Cuál es la mejor manera de cocer los langostinos?
Lo primero a tener en cuenta a la hora de cocer langostinos o gambas es que se necesitan 3 litros de agua y 80 gramos de sal, cada un kilo y medio de marisco fresco. Coloca el líquido en una cazuela grande y luego añade la sal indicada para que la carne del crustáceo la absorba y quede con una consistencia firme.
Al calentar el agua a fuego medio-alto y al notar que rompe el hervor, será el momento de añadir los langostinos a la cazuela. Lo que notarás seguidamente es que el agua deja de burbujear y se calma. Entonces tendrás que esperar de vuelta a que hierva y aquí viene el factor protagonista y clave para que los mariscos queden perfectos: el tiempo.
Esta es la cantidad de segundos que debes cocer los langostinos
Cuando el agua comience a hervir nuevamente con los langostinos dentro de la cazuela, debes esperar 90 segundos para retirarlos. En ese lapso de tiempo, los mariscos se volverán más oscuros y de tono rojizo. Retira el alimento con ayuda de una espumadera y colócalo inmediatamente en un recipiente lleno de agua fría (mientras más helada, mejor será). De esta manera cortarás la cocción y la carne quedará en un punto firme y jugosito.