Probablemente, hayas notado que diversas firmas de belleza han apostado por productos faciales con extracto de camomila o manzanilla. Se trata de una planta utilizada desde hace siglos para la medicina tradicional por sus efectos calmantes y digestivos. Además, se cree que tiene el poder de rejuvenecer la piel y combatir el acné. Descubre cómo preparar un tónico facial casero con esta hierba.
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Beneficios de la camomila
Como decíamos, la manzanilla o camomila es ampliamente conocida por sus propiedades para combatir la acidez de estómago o facilitar la digestión. Es este poder antiinflamatorio lo que tendría efectos positivos sobre la piel, calmándola y reduciendo enrojecimientos. Además, también funciona como antiséptico, favoreciendo la desaparición de bacterias.
La camomila también podría servir para rejuvenecer la piel como sustancia regeneradora, gracias a su contenido en aceites esenciales bisabobol A y B y flavonoides, entre otros. Si bien no existen suficientes evidencias científicas que avalen su acción contra el acné, se considera que su función vasoconstrictora y antialergénica actuaría frente a granos y espinillas, siempre que esta alteración cutánea no sea severa.
Productos de belleza con camomila
Una vez que conocemos todos los beneficios de la planta de camomila, podemos valorar los diferentes productos que contienen extracto de esta planta para nuestra rutina de belleza. El jabón de camomila se puede adquirir fácilmente en tiendas específicas de cuidado de la piel. Por otro lado, también podemos utilizar el tónico facial de camomila cada día para una limpieza profunda. Te contamos cómo prepararlo paso a paso.
Ingredientes para el tónico facial de camomila
3 cucharadas de flores de camomila o manzanilla
1 vaso de agua
Cómo preparar el tónico facial de camomila
Para tener listo este tónico facial casero hervimos la taza de agua y cuando llegue a ebullición añadimos las flores de manzanilla o camomila. Si no dispones de flores puedes emplear bolsitas de infusión. Hervimos unos 15 minutos y apagamos el fuego. Dejamos reposar otros 10 minutos. Una vez el contenido esté tibio, con la ayuda de un disco de algodón aplicamos un ligero masaje exfoliante en el rostro para que la piel pueda absorber el contenido. Se puede usar este tónico facial casero cada noche antes de irnos a dormir.