El rey Carlos III tuvo una visión que con el tiempo no solo ha demostrado ser una iniciativa pionera, sino también un negocio muy lucrativo que el año pasado facturó más de 200 millones de libras (unos 226 millones de euros) en ventas. Es que a principios de los noventa la comida orgánica no estaba en el tapete y su majestad lo vio venir.
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Este emprendimiento millonario de comida orgánica comenzó con una simple galleta. El rey Carlos III con su afán de impulsar la agricultura sostenible, que él ya había implantado en Home Farm (su granja de Highgrove), decidió encargarle a Walkers, una mítica marca escocesa que había empezado como obrador en el siglo XIX, que creara para él un producto realizado con trigo y avena procedentes de sus cultivos orgánicos.
Fue cuando Carlos III probó más de cien variedades, y en 1992 comercializó la elegida bajo el paraguas de Duchy Originals, una empresa que había registrado dos años antes. La galleta de la fortuna del ex Príncipe de Gales sigue siendo hoy un best seller, pero su receta es de lo poco que ha permanecido inalterado en estos 25 años. Hoy la compañía distribuye ya más de 300 productos (desde cerveza a humus), exporta a más de 30 países y trabaja con docenas de pequeños productores.
Con el paso de los años se vio que la clave de la popularización de Duchy Originals se debe al acuerdo de licencia que, tras sufrir pérdidas, el rey Carlos III de Inglaterra decidió firmar en 2009 con la cadena británica de supermercados Waitrose para comercializar esta comida orgánica. Hasta entonces, su aventura empresarial se consideraba un capricho elitista que se vendía en grandes almacenes de lujo.
Las polémicas por la comida orgánica del rey Carlos III
No todo fue color de rosas para el rey Carlos III con su empresa, ya que la primera polémica de Duchy Originals partió de su propia existencia; aunque los beneficios de la empresa no se destinen a su fortuna personal, no fueron pocos los que se cuestionaron que el heredero a la corona británica se involucrara en actividades comerciales. Pero el mayor escollo que sufrí esta empresa de comida orgánica fue el lanzamiento de una línea de hierbas medicinales cuya publicidad fue tachada de engañosa y que acabó desapareciendo de su catálogo.