El huevo es uno de los alimentos con más contenido de proteínas, es por eso que resulta muy importante en dietas que contemplen el consumo de productos de origen animal. Su aporte nutricional es alto porque también contiene fósforo, hierro, potasio y calcio.
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La ventaja de los huevos es que resultan muy versátiles para incorporarlos a un plan de alimentación saludable, ya que existen infinitas recetas para cocinarlos y potenciar su sabor y consistencia. Pero no solo el interior del alimento es lo que se puede ingerir, también entra en esta categoría su cáscara.
Para ingerir la cáscara de huevo, es necesario someterla a un proceso de desinfección y trituración para que quede apta para el consumo. Esta cubierta protectora del alimento concentra casi todos los nutrientes, especialmente el calcio, tan indispensable para el óptimo estado de nuestra estructura ósea. Pero también posee una capa de colágeno y queratina, que potencian esta función tan importante del producto natural para con los tejidos del cuerpo humano.
Cómo triturar las cáscaras de huevo para poder comerlas
El error que debes evitar a la hora de triturar la cáscara de huevo para el consumo diario o frecuente en casa, es no hervirlas. Antes de iniciar el proceso de pulverización de la cubierta del alimento en el procesador de alimentos o batidora, es necesario introducirla en agua hirviendo durante 10 minutos. Luego tendrás que retirar el exceso de líquido y hornear las cáscaras otros 10 minutos.
De esta manera, tus cáscaras nutritivas quedarán aptas para el consumo medicinal. Luego solo te quedará pendiente triturarlas en el procesador hasta que se conviertan en un polvo fino y pasarlo a un frasco de vidrio con tapa hermética. Debes preservar el recipiente en un sitio lejos del calor y la humedad.