Desayunar o merendar una buena taza de café, es el placer de millones de personas en el mundo que eligen esta bebida para comenzar o cargar el día con energías, ya que además de tener un sabor y aroma particular, también contiene cafeína: un poderoso estimulante que se concentra en varios ejemplares de plantas y que también se vende fabricada sintéticamente.
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La mejor manera de quitar las manchas de café de tus tazas es a través del uso de bicarbonato de sodio. La suciedad más impregnada puede salir con esta sustancia efectiva y fácil de utilizar. Para la maniobra tienes que colocar dos cucharadas de este ingrediente en un recipiente y mezclarlo con una de agua caliente o tibia.
Lo que tienes que conseguir es formar una pasta homogénea con estos dos ingredientes y con una esponja colocar la sustancia en las tazas que están percudidas o con manchas de café viejas. Puedes frotar suavemente, no es necesario que lo hagas con fuerza. También es mejor si dejas actuar la preparación unos 30 minutos.
De esta manera, la suciedad se irá disolviendo y podrás enjuagar con agua tibia o caliente para que queden impecables y como nuevas. En el caso de que estas manchas de café estén demasiado impregnadas como para quitarse con este método, puedes sustituir el agua en la mezcla por zumo de limón o vinagre blanco.
Estos dos líquidos combinados con bicarbonato de sodio, dejarán tus tazas relucientes porque generan una limpieza profunda por sus agentes ácidos. Incluso puedes utilizar este método para limpiar otro tipo de vajilla que tenga mal olor o tintes de alimentos como la remolacha, el perejil o la zanahoria.