Los efectos del cambio climático son cada vez peores. Algunas zonas del planeta están en crisis aguda de los recursos naturales y otras son azotadas por lluvias torrenciales, sequías, incendios y otros fenómenos que derivan de malas decisiones de los ciudadanos pero también de una poca acción de las entidades gubernamentales.
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Desde la zona del Delta del Ebro, recolectores de mejillones han manifestado que estos mariscos aparecen en mayor medida ya muertos. La alarma está encendida en esta especie y en la almeja babosa, una de las que se vende con más elevado precio. Hablando en cifras sobre este último ejemplar, el año pasado se registraron 158 toneladas recogidas y la media de las últimas dos décadas es de 547.
Los datos provienen de la Plataforma Tecnolóxica da Pesca (de la Consellería do Mar). Otro de los mariscos que están desapareciendo por el cambio climático son los berberechos. En datos: en 2021 se recogieron 165 toneladas de esta especie y eso se traduce en un 77% menos que la media histórica.
Lo que está ocurriendo con los mariscos es que no tienen el oxígeno suficiente para sobrevivir en el agua. Por eso los recolectores los encuentran muertos en grandes cantidades. La temperatura también es un factor que contribuye a la extinción de algunas especies: el líquido de su hábitat ya ronda los 30°C. Es por eso que los mariscadores reclaman medidas urgentes en el contexto de calor extremo y lluvias torrenciales.
Respecto de esta última situación, este fenómeno producto del cambio climático también preocupa a A Pobra do Caramiñal porque puede arrastrar las cenizas del incendio de Boiro a la ría de Arousa. En definitiva, los recolectores de mariscos de la costa de Galicia y del Delta del Ebro piden acciones urgentes de parte de las entidades gubernamentales.