Antes de cocer los espárragos blancos, es importante que los puedas pelar. Para eso, con la ayuda del pelador o las cuchillas que prefieras, puedes hacer movimientos cortantes de arriba hacia abajo y al finalizar cortar el extremo de la base del alimento. Una vez que los tengas preparados, será hora de hervirlos.
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Cocer estos vegetales no es complicado. Primero tienes que tener a mano una olla bien grande y colocar en ella tres litros de agua y una cucharadita de sal. Al notar que el líquido rompe el hervor, debes introducir con cuidado los espárragos. Frente a esta maniobra, hay dos opciones que se pueden aplicar y son válidas.
Una de ellas es atar los espárragos. Para cocerlos de esta forma puedes utilizar una cuerda que también sirve para la carne de asar. Pero también puedes hacerlo sin este instrumento, teniendo cuidado de no quemarte cuando introduzcas las unidades (una por una) en el agua caliente. Respecto de la cocción de este alimento, la clave está en la intensidad del fuego y el tiempo.
Cocer los espárragos debe tardar no más de 20 minutos y debe hacerse con fuego medio a alto. El motivo de esta técnica reside en que no se tienen que dañar en el proceso para que no pierdan sus propiedades ni su característica textura. Para comprobar que hayan llegado al punto ideal, puedes hacerlo con la ayuda de un tenedor.
Al servir los espárragos, puedes hacerlo con mayonesas, lactonesas, vinagretas o salsas. Estos vegetales tienen la particularidad y ventaja que pueden consumirse tanto fríos como calientes. Incluirlos en tu dieta saludable hará que aportes pocas calorías y una significativa cantidad de ácido fólico. Además contienen mucha fibra para favorecer los procesos intestinales y son diuréticos.