Para protegernos de gérmenes, virus y bacterias hay que hacer una rutina frecuente de limpieza de las habitaciones, baño y otros espacios de la casa. Para desinfectar de manera natural nuestros hogares, se pueden utilizar alimentos o sustancias como el bicarbonato de sodio, que solemos tener a mano. Pero es importante mencionar que el fin, a veces, no justifica los medios: existen mezclas que jamás debes hacer.
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Una de las mezclas que no debes intentar hacer para limpiar tu casa es la de agua oxigenada con vinagre, ya que da como resultado un compuesto que puede causarnos irritación en los ojos, la piel y puede provocarnos tos: el ácido peracético. Algo parecido sucede mezclando este alimento con bicarbonato de sodio. Si bien estas sustancias son efectivas para quitar manchas de ropa, cerámicos o alfombras, pueden ser nocivas.
La mezcla de bicarbonato de sodio con vinagre en un recipiente cerrado puede provocar un aumento de temperatura y explosión. En términos químicos esto resulta de una combinación de una base y un ácido, que se transforman en agua, sal (acetato de sodio) y un gas (dióxido de carbono).
Otro de los errores al limpiar superficies de la casa viene de la mano de las combinaciones con lejía. Una de ellas es con amoníaco, que puede producir liberación de vapores que perjudican nuestras mucosas y el resto del sistema respiratorio. El compuesto que se genera es la cloramina, un gas muy tóxico que deriva en ácido clorhídrico y corroe y quema la piel o los ojos.
Mezclar alcohol y lejía tampoco es una buena idea para limpiar: el etanol del primero y el hipoclorito sódico de la segunda, interactúan produciendo ácido clorhídrico y cloroformo, sustancias tóxicas para nuestro cuerpo. El sistema nervioso, los ojos, los pulmones y la piel pueden verse muy afectados por esta combinación que puede ocasionar mareos o náuseas. Lo mismo sucede con este líquido desinfectante y el vinagre: la unión produce cloro, un gas que puede interactuar nocivamente con nuestras mucosas nasales, ojos y boca, y provocarnos quemaduras o lesiones. Y en sexto lugar, la lejía tampoco debe mezclarse con productos como limpiadores de baño, limpiacristales o lavavajillas, ya que también se libera cloro.