El daño que pueden hacerle las orugas a las plantas es importante. Estos ejemplares son larvas de polillas o mariposas que se alimentan de las hojas, arruinándolas notablemente y perjudicando los frutos de varias especies. Es por eso que si no se eliminan a tiempo, puede transformarse en una grán pérdida de los cultivos.
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Las orugas de mayor tamaño son las que terminan dañando los frutos y flores, que mastican todo a su paso. Incluso, algunas especies, están dotadas para perforar los tallos y frutas. Además, estos insectos desprenden sus excrementos en el ejemplar. Al eclosionar los huevos, estos animales comienzan a alimentarse y su tamaño puede aumentar hasta 15 veces su longitud.
Los colores que suelen tener las orugas van del verde al marrón. Las del orden Lepidótera, que son las que posteriormente se convertirán en polillas o mariposas, son las que resaltan por su hambre voraz y la capacidad de destrucción total de las plantas y cultivos.
Si bien existe la posibilidad de fumigar con profesionales los sitios donde estén las plagas de orugas, también hay un producto que seguro tienes en la cocina para eliminarlas de forma casera. Este insecticida se puede elaborar con jabón lavavajillas. Para prepararlo solo hace falta agua y un recipiente con atomizador.
En un recipiente amplio, que puede ser un bol, hay que colocar agua y jabón lavavajillas. La parte de agua tiene que ser un poco superior a la del producto químico. Luego hay que verter lo obtenido en un bote que tenga atomizador, para poder rociar las plantas del jardín, por lo menos, una vez al día. De esta forma, la plaga de orugas dejará de existir en tu hogar.