Con el paso del tiempo, al usar ciertos objetos, éstos van cambiado de su forma original y a la vista, ya no gustan tanto o estéticamente no quedan bien en el hogar. Es lo que sucede con las almohadas y sus fundas que, con el uso, van apareciendo en ellas manchas y van adquiriendo un color amarillento.
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En las sábanas y fundas, esas manchas amarillentas tardan más en salir, puesto que, por higiene, se cambian una vez a la semana. Pero a pesar de cambiar la funda, la almohada no la cambiamos y con el tiempo, absorben sudor y otros aspectos de la cabeza y cuero cabelludo que traspasan las fundas y se alojan en la almohada, creando esas manchas antiestéticas amarillentas. Pero con este producto de Mercadona, conseguiremos salvar las almohadas y dejarlas como nuevas.
Existen muchos remedios caseros que pueden conseguir el fin que estamos buscando, blanquear las almohadas y sus fundas, muchos de esos remedios tradicionales de la abuela los habremos visto en casa, como es el caso del uso de la lejía, bicarbotano, limón, vinagre…. Pero, dejando de lado estos remedios, hay uno que garantizará un excelente resultado, más que el bicarbonato, el limón y el vinagre clásico, se trata del percarbonato de sodio.
El percarbonato de sodio es un agente blanqueador muy potente que se basa en el oxígeno activo. Una vez el percarbonato de socio tiene contacto con el agua, libera oxígeno favoreciendo la acción blanqueadora.
Para blanquear las almohadas y las fundas amarillentas, el proceso es muy sencillo; hay que ponerlas en remojo con 40 gramos de percarbonato de sodio y agua caliente. Se deja sumergida en esa solución durante una hora y luego se mete la funda y la almohada en la lavadora a un máximo de 40º y 800 rpm. Al final del lavado, hay que dejar que las almohadas se sequen al aire libre. Durante el remojo, es el momento de añadir la esencia para que la almohada obtenga el aroma que se desea.