Las cucarachas son una de las plagas más difíciles de combatir en verano. No hay espacio urbano o silvestre que se salve de la presencia de estos insectos que son vectores de bacterias y pueden ocasionar alergias o irritación en las personas. Salmonelosis y disentería, son algunas de las afecciones que pueden provocar. Es por eso que la desinfección constante es de suma importancia.
Te podría interesar
Las variedades de cucarachas que hay en España son: la americana, la oriental y la germánica. Mientras que las primeras son de color bien oscuro, casi negro, y proliferan más en las alcantarillas; las últimas suelen ser las que invaden los hogares, en especial las cocinas y los electrodomésticos que carezcan de limpieza y desinfeción.
Si bien las cucarachas proliferan durante todos los meses del año, las temperaturas elevadas del verano son ideales para que estos insectos se reproduzcan más rápido. El calor favorece la aceleración de la tasa metabólica de estos animales, por lo tanto, hasta septiembre hay muchos nidos y huevos.
Frente a estas condiciones de supervivencia, las cucarachas no suelen aparecer durante el día y transitan las zonas con restos de comida o líquidos durante la noche. Las zonas oscuras y húmedas como los desagües del baño y debajo del lavabo son sitios en donde puedes encontrar focos de estos insectos.
La proliferación de estos insectos en los meses de verano se nota más, o por lo menos las percibimos así en nuestros hogares, porque al subir las temperaturas buscan refugio en las casas e ingresan a través de grietas, puertas, ventanas y tuberías. Por eso es tan necesario bloquear la mayor cantidad de accesos de este tipo y colocar repelentes que las ahuyenten.