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El alimento clave para hacer una crema hidratante para rostro

Te contamos cómo puedes preparar una crema hidratante para tu rostro a base de un alimento clave que todos solemos tener en nuestro hogar.

Hidratar el rostro.Ph: Unsplash
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La inflación, la pandemia, la falta de productos en el mercado, tres puntos que en todo este tiempo ha llevado a muchas personas a optar por la cosmetología natural y casera. Los precios de los productos para la piel se han ido por las nubes y se han vuelto un bien de lujo que solo unos pocos pueden comprar. Te contamos cómo puedes preparar una crema hidratante para tu rostro a base de un alimento clave que todos solemos tener en nuestro hogar.

La cosmética natural y casera ha recobrado protagonismo en los últimos años debido a su bajo costo, efectividad y al poder saber con certeza lo que se está aplicando en el rostro. Algunas mascarillas eliminan las impurezas del rostro, las manchas, atenúa las arrugas y el exceso de grasa que se acumula en esta zona.

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El bicarbonato de sodio es un alimento generalmente relacionado con recetas de cocina y consejos para la salud, sin embargo, también tiene propiedades para aportar a la salud de la piel. Aunque no tiene un respaldo científico, la utilización del bicarbonato en la piel ha sido aprobada por usuarios del común que han visto mejoría en la vitalidad de su piel, después de usar correctamente el producto.

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 La piel es el órgano más grande del cuerpo y el cuidado de esta, cada vez genera más relevancia en hombres y mujeres que buscan tener en buen estado su piel, sobre todo en la del rostro ya que suele ser lo primero que observamos de otra persona. Elegir un estilo de vida saludable puede ayudar a retrasar el envejecimiento natural y prevenir diversos problemas en alguna zona del importante y sensible órgano.

Si bien lo puedes agregar directamente en tu crema de uso diario se puede hacer esta receta de otra manera. En primer lugar, diluye el bicarbonato en un poquito de agua para que se haga una pasta homogénea. Cuando la tengas, añade una cucharada de miel a esa pasta. Mezcla de nuevo hasta que vuelva a quedar una pasta homogénea y los ingredientes estén bien integrados. Recuerda consultar con tu dermatólogo de confianza para que no tengas problemas dérmicos al usar estas opciones que hoy te contamos.