Hay cosas que hacemos mecánicamente a la hora de movernos en nuestra cocina, y tirar el aceite que trae una lata de atún es uno de los ejemplos que podemos dar. Pero lamentablemente este acto que cometemos muchos de nosotros, nos va a traer problemas graves a futuro para nuestro planeta.
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Científicos ecologista han determinado que un solo litro de esta grasa puede contaminar un millón de litros de agua. Así de elevado es su poder contaminante. Así que piénsalo dos veces antes de tirar este aceite por el desagüe. En España se estima que dos tercios de aceite usado acaban en las alcantarillas.
Además, según la Fundación Aquae, este desperdicio provoca atascos de tuberías, aumentan el trabajo de las plantas de tratamiento de aguas residuales y facilitan la aparición de plagas urbanas. Y cuando el aceite llega a los ríos forma una especie de película sobre las aguas que afecta al intercambio de oxígeno, y como consecuencia daña a los seres vivos que las habitan.
Algunos cocineros usan el aceite sobrante de las latas de atún para elaborar sofritos. Si las conservas son de calidad, podemos aprovechar el aceite que presentan, añadiendolo a una mayonesa, vinagreta o una ensalada. Hay cocineros que lo usan para elaborar sofritos y conseguir platos de pasta más sabrosos, o en pizzas y guisos de pescado.
El aceite que no utilicemos debe llevarse al punto limpio de la ciudad. Si no queremos usar el aceite sobrante de las latas de conserva o del cocinado, hay que verterlo en un envase que cuando se llene deberemos llevar a los puntos limpios, fijos o móviles de nuestra ciudad. En Barcelona, por ejemplo, estas instalaciones se llaman punto verde.