Los meses de calor que transitamos en el verano son los ideales para que las cucarachas se reproduzcan e invadan los rincones del hogar, especialmente la cocina. Estos insectos encuentran el sitio perfecto allí para poder sobrevivir y abastecerse de restos de comida y líquidos.
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La limpieza diaria y la desinfección resultan esenciales en esta época. Acumular platos sucios en el fregadero; dejar restos de comida en las mesadas y encimeras; no limpiar los pisos luego de comer; dejar paquetes de alimentos abiertos y acumular grasa en los electrodomésticos, son algunos factores que pueden desencadenar la visita indeseada de cucarachas al espacio de la cocina.
Una de las claves para saber si hay un nido de cucarachas en tu cocina o el resto del hogar es haber detectado el excremento de este insecto. Este suele ser una especie de polvo de color oscuro y es importante revisar el resto de las superficies porque pueden contaminar y causar alergias o transmisión de bacterias.
Un nido de cucarachas se puede detectar también si se observan los huevos o, como se denominan realmente, las ootecas. Estas son cápsulas alargadas que contienen varias crías de estos insectos y es ultra resistente a los agentes del exterior. Por lo general suelen estar en sitios muy oscuros y húmedos, “resguardados” del tránsito de las personas de la casa.
Si encuentras piel de cucaracha, quiere decir que es muy posible que tengas cerca un nido de estos insectos. Esta es otra clave fundamental para detectarlo. Estos animales indeseados cambian su cubierta protectora varias veces en su ciclo vital. Es por eso que es imprescindible hacer una revisión exhaustiva para eliminar la presencia de estos seres agentes de contaminación del hogar.