Con seguridad más de una vez te has quedado embelesado por la belleza de un árbol tan llamativo como el jacaranda. La floración azul lavanda y su aspecto frondoso hacen que esta especie sea una de las elegidas tanto para la decoración de parques y avenidas como de un jardín privado de tamaño medio y pequeño. Conoce todas sus características.
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El jacaranda es autóctono de países como Argentina y Bolivia y cuenta con unas 50 especies registradas, mientras que la más popular e la de jacaranda mimosifolia. En zonas de clima cálido es uno de los más elegidos, precisamente por esa hermosa floración azul lavanda. Descubre por qué este árbol es una excelente opción para tu jardín.
Este árbol florece dos veces al año, en primavera y otoño, siendo la primera la más llamativa y vistosa. Hablamos de una especie que crecerá muy rápido en tu jardín, de 5 a 7 años puede convertirse en un jacaranda adulto. Si bien puede superar los 25 metros, es normal que su altura llegue a las 12 o 15 metros. La vida de este árbol puede llegar a un centenario.
Las coloridas flores del jacaranda atraen a esos insectos que benefician nuestro jardín, como abejas y colibríes. Estos polarizadores permiten la producción de casi la totalidad de vegetales. Hablamos de una especie ornamental de tamaño perfecto ya que proporciona sombra durante casi todo el año y conforme aumenta su tamaño adquiere una forma ancha similar a una sombrilla o pirámide.
En cuanto a los cuidados, el jacaranda precisa mucha luz y no crece en climas fríos o con heladas. Este árbol se adaptar a diferentes tipos de suelos, aunque prefiere un pH algo ácido y un importante drenaje, por lo que necesita una humedad moderada, cada 3 o 4 días los meses estivales y una a la semana el restos de estaciones. Por último, no olvidemos la poda durante la primavera para que puede crecer sin obstáculos.