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2 trucos infalibles para limpiar las sartenes de la cocina

A lo largo del tiempo y con el uso frecuente, las sartenes de la cocina pueden acumular suciedad difícil de quitar.

Trucos infalibles para limpiar sartenes.Fuente: Producción Gastrolab
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Existen dos trucos infalibles para limpiar las sartenes de la cocina. Ya sean de acero inoxidable, hierro fundido o posean materiales antiadherentes, las sustancias con las cuales pueden quedar impecables no son costosas y están al alcance de la mano en el hogar. Uno de los casos corresponde al nivel más leve de suciedad, que es fácil de quitar y como paso final se puede lustrar. 

Para devolverle el brillo a las sartenes y cacerolas de la cocina (que sean de acero inoxidable, aluminio o cobre) y que tengan mucho uso y manchas profundas, se debe utilizar vinagre blanco y bicarbonato de sodio en partes iguales: dos cucharadas de cada ingrediente mezcladas en un recipiente. 

La mezcla de bicarbonato de sodio y vinagre blanco dará como resultado una pasta y en el caso de que quede muy espeso, se debe agregar un poquito más del líquido. Al obtener la consistencia deseada, se debe untar en la superficie de las sartenes con manchas y distribuir bien, de forma que el producto llegue bien a todos los pliegues y que pueda actuar uniformemente. 

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Cabe mencionar que para este tipo de procedimientos de limpieza se deben utilizar guantes de protección para la piel de las manos. Una vez untada la pasta hecha a base de vinagre y bicarbonato de sodio, se debe dejar actuar en las sartenes durante una hora o un poco más. Finalmente, con la ayuda de una esponja o estropajo se puede ir retirando el producto y en caso de ser necesario algún líquido se volverá a usar el vinagre blanco para retirar totalmente. Para lograr el acabado de lustre perfecto se puede utilizar jabón de lavavajillas con una esponja. 

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El otro truco infalible para limpiar las sartenes por dentro y que queden perfectamente limpias consiste en hervir en ellas una mezcla de agua y jabón para vajilla (durante un minuto), dejar enfriar mientras actúan las sustancias, luego tirar el agua sucia y restregar con una malla de acero inoxidable para quitar las manchas más difícil o restos de alimentos quemados (sobre todo en utensilios de hierro fundido). El procedimiento se termina con un enjuagado y secado con papel de cocina o un paño.