El verano se acerca y con él llegan también las ganas de comer frutas frescas ideales para los días de mucho calor. La piña dulce y jugosa se encuentra definitivamente dentro de ese grupo, pero su sabor puede variar enormemente dependiendo su período de maduración. Por este motivo es que queremos contarte algunos consejos para que aprendas a identificar a través de tus sentidos, cuál es el punto ideal de esta exquisita fruta.
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En primer lugar es recomendable que te fijes en el color, ya que es importante que la piña tenga sus hojas verdes, vibrantes y sanas. Si está fresca, presenta en el exterior una tonalidad amarillenta verdosa, color que será el principal indicativo de que la piña está madura y lista para ser consumida.
El tacto también será uno de tus mejores aliados a la hora de seleccionar la piña perfecta. Es de vital importancia tocarla para saber si tiene el punto adecuado de maduración. Puedes darte cuenta de esto, ya que su cáscara es firme, pero no completamente dura, sino que ligeramente blanda y con un poco de holgura al apretarla.
El olfato es otro de los sentidos que nunca te fallará. Las piñas maduras suelen tener un olor dulce en la parte inferior, muy cerca de la base. Es importante destacar que el olor será muy similar al acre, si esta huele amargo, entonces puede estar pasada, por lo que es probable que ya haya perdido su gusto característico.
El peso de la piña es otro factor que debes tener en cuenta al momento de comprarla, ya que este será un claro indicativo de que la fruta está en perfectas condiciones o por el contrario, está demasiado madura. Si notas que es mucho más pesada, significa que estará más jugosa, dulce y deliciosa. Ahora solo queda poner estos consejos en práctica.