Por exceso o defecto de riego nuestras plantas pueden verse afectadas. Si bien no es fácil saber exactamente cuánta agua necesitan las diferentes variedades que tenemos en casa conviene conocer algunos trucos para mejorar su cuidado. Te contamos tres técnicas de riego para las plantas de maceta.
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Antes de conocer los diferentes tipos de riego que puedes utilizar en las plantas de maceta apunta estos consejos. Para saber si debes o no regar puedes comprobar si es necesario el riego introduciendo un dedo en la tierra y en función de la humedad sabrás si es necesario más o menos agua. Po otro lado, siempre se recomienda regar las plantas al anochecer o a primera hora de la mañana y jamás durante las horas con mayor temperatura del día.
Riego por inmersión. Esta técnica consiste en introducir la maceta en agua y que sea la propia planta la que absorba la cantidad de líquido que necesita. Para llevar a cabo este riego correctamente debemos sumergir la planta en un recipiente lleno de agua de mayor tamaño que la maceta y dejarla unos 15 minutos en esa posición. Técnica perfecta para plantas con tallos finos o bien hojas aterciopeladas.
Riego por goteo. Si bien es uno de las técnicas más eficientes para ahorrar agua y poder a la vez mantener hidratas nuestras plantas de maceta no es la más sencilla de todas. Podemos utilizar un sistema casero colocando una botella llena de agua con el pico enterrado en la tierra de la maceta o bien optar por otros preparados en tiendas específicas.
Riego con regadera. Hablamos del tipo de riego más común y utilizado en el hogar. Si bien es el más sencillo existen ciertos consejos que debes tener cuenta para cuidar tus plantas. El agua debe caer desde arriba y a un distancia corta. Si el agua de grifo contiene un alto nivel de cal es mejor no utilizarlo y en su lugar emplear agua de lluvia. Si queremos facilitar este trabajo aun mas podemos verter el agua directamente a la tierra y para las hojas utilizar un pulverizador.