Una auténtica bomba gastronómica. Así se podría definir a la bautizada como burgóndiga, un híbrido entre una hamburguesa y una albóndiga y que promete llamar la atención de cuanto comensal se cruce por el restaurante The Food Dealers, en Madrid. Descubre todos los detalles de este contunde plato.
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Una pareja de publicistas creativos a los que la pandemia llevó a dejar su sector y apostar por la cocina son los “padres” de este curioso plato que no sólo se compone de carne. Esta burgóndiga de 160 gramos está rellena de queso provolone fundido al horno y entrepanes de brioche de mantequilla. Como si esto no fuera suficiente, culmina con más queso provolone y parmesano por encima y se sirve con patatas fritas caseras y una salsa de guiso especial.
La burgóndiga no es el único plato impactante que encontramos en la carta. Además de la hamburguesa-albóngida, hay lugar para el pescado y el marisco. Así, los comensales pueden degustar el bocata coreano de gambones a la plancha, que se presenta con queso fundido y salsa de mayonesa Gochujang o bien los particulares fish and chips de merluza o, con mayor influencia española, la ensaladilla rusa con gambas y cortezas naturales.
El pollo también tiene tu espacio con los crujientes donuts con mezcla de especias o la ternera, con la milanesa que viene con salsa de tomate y mucha mozzarella. Este restaurante, que destaca por la creación de la burgóndiga, pretende basar su propuesta en el confort food, esa corriente gastronómica que nos devuelve a las elaboraciones caseras y nos recuerdan a la infancia, a la cocina de nuestras abuelas.
En este sentido, se dedica especial atención a platos de cuchara como los garbanzos con gabonés o el guiso de pescado, entre otros. Para acabar, si es que podéis, los creativos de ese híbrido entre hamburguesa y albóndiga, recomiendan la tarta de lima, que definen como adictiva y la preferida de su carta.