La alimentación es un factor determinante para nuestra salud física pero también mental y emocional. Aunque no lo creamos, aquello que ingerimos puede influir decisivamente también en nuestro estado de ánimo. Así lo ha lo confirmado un estudio de investigación, que determina que un exceso de un determinado aminoácido, presente en un gran grupo de alimentos, puede estar relacionado con una mayor tendencia a la depresión.
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El estudio de investigación ha sido llevado a cabo por el Instituto de Investigación Biomédica de Girona (IDIBGI) y la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y analizado los alimentos que componen la dieta de humanos, ratones y moscas. Los científicos concluyeron que una alimentación rica en un determinado aminoácido, la prolina, está vinculada a una mayor presencia de la depresión.
Los científicos estudiaron la cantidad y el tipo de alimentos -y los aminoácidos asociados- que consumían los participantes del ensayo y solicitaban que contestaran a un cuestionario sobre su estado de ánimo. Una vez comprobaron esta asociación, confirmaron a través de los niveles plasmáticos de la prolina que su presencia aumentaba la propensión a sufrir depresión.
Los investigadores advierten que estas conclusiones no se traducen en que tengamos que dejar de consumir alimentos con alto contenido en prolina. Si bien una dieta rica en este amonoácido no sería la indicada para aquellas personas que tengan tendencia o ya han sufrido un proceso de depresión. Por otra parte, recuerdan los expertos, los aminoácidos son fundamentales para nuestro organismo y eliminar la ingesta de alguno de ellos supondría peores consecuencias para nuestra salud.
Con todo, es interesante saber qué tipo de alimentos contiene un nivel importante de este aminoácido. Cereales como el trigo, pollo, carne de ternera y cerdo, pescados azules como el salmón, yogures o queso presentan un nivel destacado de prolina, así como los guisantes, pepino, judías o la zanahoria.