“Encerrar algo en masa o pan para cocerlo en el horno”, es la primera acepción del significado de la palabra que proviene de la voz del castellano “empanar”. El origen de la empanada es incierto pero se pueden mencionar sus orígenes según la función para la cual fue creada.
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Uno de los orígenes de la empanada se explica por la costumbre que tenían los viajeros y pastores de rellenar panes con vegetales u otro tipo de viandas para consumirlos en su paso por el campo. En la Edad Media, el alimento era muy consumido también porque se conservaba la carne cocida dentro de la masa por varios días.
Muchas comunidades del mundo se adjudican el origen de la empanada. Lo cierto es que respecto de la gallega, se piensa que tiene su origen de elaboración en la entrada de los árabes de la Península. Estos hacían empanadillas de trigo rellenas con cordero, que con el correr de los años variaron en cuanto a forma y algunos ingredientes.
En España, la empanada se popularizó durante las invasiones árabes. En Grecia, también se encuentra un punto de origen de esta comida, ya que allí se elaboraban con masa ‘phillo’, de apariencia muy fina. Este tipo de masa luego evolucionó en su uso para los calzones italianos y los cornish pasties británicos.
La empanada es tan popular en el mundo que millones de personas la prefieren consumir y cocinar por su versatilidad. Además tiene su día mundial: el 8 de abril. Adaptar una empanada a cualquier relleno no es imposible. De hecho hay muchos tipos de empanadas y repulgues según la región. Y respecto a las regiones también varía su relleno y su forma de cocción, ya que cada continente y país del mundo no posee los mismos sabores, cultivos y ganado.