COCINA

Limpia y recupera una olla quemada en 3 simples pasos

No hay nada peor que echar a perder aquella olla donde preparas tu mejor comida. Por eso, en la siguiente nota te enseñamos cómo recuperarla.

Olla quemada.Olla quemada. Fuente: PexelsCréditos: Olla quemada. Fuente: Pexels
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Una olla es aquel recipiente que utilizamos para llevar a cabo las preparaciones y comidas que consumimos todos los días, pero los accidentes están a la vuelta de la esquina, y ya sea porque se nos quemó la comida o porque dejamos la olla vacía sobre el fuego, no hay nada peor que una olla quemada.

Pero que esté quemada no significa que ya no sirva. Con sencillos trucos de limpieza podremos recuperar aquel elemento de la cocina que tanta falta nos hace en el día a día. Por eso, en la siguiente nota te enseñamos a recuperar aquella olla quemada en tan solo 3 simples pasos.

Limpieza a fondo con jabón

Ante una olla quemada lo primero es limpiarla con abundante agua y jabón. Podrás ayudarte con una almohadilla o estropajo suave que retire la suciedad sin rascar y romper la olla. Una vez limpia, podrás intensificar la limpieza con detergente. A continuación añade agua caliente y ponla a fuego lento hasta que alcance el hervor. Es recomendable poner una tapa para que la espuma no salga. Cuando empiece a hervir retírala y espera a que se enfríe para frotar.

Jabón. Fuente: Wunderstock

Agua caliente con zumo de limón

El segundo truco de limpieza para tu olla quemada es calentar agua caliente con zumo de limón, ya que el ácido de esta fruta quemará los restos. Pasados unos 15 minutos enjuaga la olla y límpiala con abundante agua para retirar el sabor a limón. Si lo deseas, pueden agregar las cáscaras del limón, ya que estas poseen aceites esenciales que ayudarán a retirar la suciedad pegada a la olla. 

Jugo de limón. Fuente: Pexels

Sal y bicarbonato o vinagre

Si las opciones del jabón o el zumo de limón no limpian tu olla quemada, otro truco es cubrir la parte quemada con agua caliente y añadir dos cucharadas de sal o de bicarbonato de sodio. Se deja reposar unos 15 minutos y se frota con un estropajo suave o un cepillo. Si las incrustaciones persisten, vacía la olla y vuelve a rellenarla con los mismos ingredientes, pero esta vez la pondremos al fuego hasta que empiece a hervir. Una vez haya comenzado el hervor retira la olla, deja que se enfríe y vuelve a limpiar la olla.

Por otro lado, si no tenemos sal o bicabornato en casa, podemos recurrir al vinagre. El vinagre blanco es un estupendo desincrustante que actúa sin necesidad de frotar. Aplícala sobre la superficie de tu olla quemada y déjala hervir durante cinco minutos. Después límpiala a fondo con detergente y agua para eliminar todo posible aroma a vinagre.